Diego fue mucho más que un gran jugador de fútbol. Aun en las mieles del éxito, representó los valores de los naides. Por eso su historia no termina con su muerte.
Fueron contemporáneos y son dos de los escritores más determinantes e influyentes de la cultura argentina. Sus vidas, estilos, obsesiones e ideas políticas los pusieron en veredas opuestas y los transformaron en íconos y emblemas.