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Caras y Caretas

           

Nadie se arrepiente de este amor

Attaque 77 grabó en 1998 un tema de la cantante de Villa Devoto que instantáneamente se transformó en uno de sus máximos hits. A partir de entonces, los puentes entre la cumbia y el rock local se multiplicaron.

“Por favor, no graben esa canción”, les dijo el productor Adrián Taverna a los Attaque 77. La banda punk que pegó el salto a la masividad en 1990 con el éxito de “Hacelo por mí” estaba preparando el disco de covers Otras canciones. Era 1998 y en la lista de temas que estaban ensayando había composiciones de Roberto Carlos, Alberto Cortez, Erasure, Soda Stereo, los Redondos, pero había una canción que despertó la señal de alarma del productor rockero: “No me arrepiento de este amor”, de Gilda, una de las artistas icónicas de la cumbia.

Había pocos antecedentes entre el punk y la música tropical. En 1985, el guitarrista Jorge Serrano escribió la letra de “Gente que no”, un clásico del punk argentino de Todos Tus Muertos. Un año después, Serrano se sumó a las filas de Los Auténticos Decadentes, una de las primeras agrupaciones influidas por el punk rock que se apropió de la cumbia. En 1989, La Mona Jiménez fue invitado a tocar en el templo del under Cemento. Los punks lo recibieron con una lluvia de escupitajos. “Eso es amor”, le dijo Fito Páez, que estaba a su lado. En 1994, el grupo 2 Minutos editó Valentín Alsina, su álbum debut consagratorio. En ese disco aparecía el primer cover de cumbia de una banda punk, “Como caramelo de limón”, de Ricky Maravilla.

A comienzos de los 90, el artista salteño se había convertido en uno de los reyes del fenómeno de la movida tropical y el país bailaba al ritmo de su hit “Qué tendrá ese petiso”. Ricky Maravilla se sentaba a la mesa de Mirtha Legrand, actuaba en los boliches de moda de Punta del Este y era la cara visible de un fenómeno bailantero, donde cada artista tenía su propio éxito: Alcides, “Violeta”; Gladys la Bomba Tucumana, “La pollera amarilla”; Pocho la Pantera, “El hijo de Cuca”, y Lía Crucet, “La güera Salomé”.

En 1992, Gilda abandona su carrera de maestra jardinera y graba su primer álbum, De corazón a corazón. Dos años después, la artista edita Pasito a pasito con… Gilda, donde aparece la canción “No me arrepiento de este amor”, aunque la consagración definitiva llegará con el disco Corazón valiente, que ofrece otro puñado de hits instantáneos: “Fuiste” y “Paisaje” (cover de un tema de Franco Simone). El 7 de septiembre de 1996, la cantante muere en un trágico accidente en la provincia de Entre Ríos. Sus temas cobran otra dimensión y se instalan en otros sectores sociales. En una fiesta de casamiento del baterista de 2 Minutos, los integrantes de Attaque 77 escuchan “No me arrepiento de este amor”, la canción de Gilda, y quedan prendados de esa melodía contagiosa.

VERSIONES DISTINTAS

En ese momento, el grupo –integrado por Ciro Pertusi (guitarra rítmica y voz), Mariano Martínez (primera guitarra y voz), Luciano Scaglione (bajo y coros) y Leonardo de Cecco (batería)– estaba haciendo la lista de temas para su futuro álbum de covers. “Nosotros queríamos hacer un disco de versiones distintas. No el típico álbum de covers con temas de los Ramones o The Clash”. La banda ya había experimentado en el disco Ángeles caídos (1992) con una versión fuera de la órbita del rock, como “Por qué te vas”, de José Luis Perales, muy popular en la década del setenta. Desde la popularidad del hit “Hacelo por mí”, que fue cortina de un programa de televisión de Mario Pergolini, entre 1991 y 1993 en Canal 9, el grupo sintonizaba con otros públicos. Pero una versión de un tema de cumbia podía ser un salto al vacío, aunque en 1996, otra banda punk rock, llamada Las Manos de Filippi, escribiría su propia cumbia: “El himno del cucumelo”, que grabó el cordobés Rodrigo. “Fue muy raro cuando me dijeron que iban a hacer una versión de Gilda. En aquel momento todavía había mucho prejuicio en el público. No es como ahora, que todos se juntan con todos a tocar y está todo bien”, recuerda Mundy Epifanio, ex manager de Attaque 77.

UN HIT INMEDIATO

El álbum Otras canciones, de Attaque 77, se grabó en los Estados Unidos y salió a la venta el 1º de noviembre de 1998 por el sello BMG. Entre las versiones estaban un midley de “Amigo”, de Roberto Carlos, y “White Trash”, de Sumo; “El jorobadito”, de Los Auténticos Decadentes; “Fotos de Lily”, de The Who; “Cinco estrellas”, de Leo Masliah; “La colina de la vida”, de León Gieco; “Callejero” de Alberto Cortez, y “A Little Respect”, de Erasure, entre otras. El primer corte del disco fue “No me arrepiento de este amor”, de Gilda. “Cuando la escuchamos en la compañía fue inmediato, era un hit. Fue uno de los primeros crossovers con la cumbia. Era una rareza. El tema les devolvió una popularidad cercana a lo que había sido “Hacelo por mí”. El video rotaba en MTV y MuchMusic todo el tiempo. Fue un bombazo”, dice Cristian Smamo, que trabajaba en marketing del sello BMG en aquel momento.

Fue una jugada maestra de la banda. “La apuesta fue arriesgada, pero estaba de acuerdo en hacer un disco de versiones porque no tenían muchas canciones compuestas por ellos que fueran potenciales hits. Luego el disco explotó porque el cover de Gilda fue maravilloso y la gente iba a la disquería y pedía el álbum por la canción de Gilda. Gente que no los conocía empezó a escucharlos. Se convirtió en un hiperéxito”, dice Epifanio.

El disco Otras canciones derribó prejuicios largamente establecidos entre el rock y la cumbia. Marcos Camino, de Los Palmeras, recordaba en una nota de Clarín todo lo que tuvieron que luchar en los años setenta. “Ahí sí éramos totalmente discriminados por nuestros mismos pares. Músicos que tocaban rock o pop que nos trataban como los negros que tocaban cumbia”. Con su sonido crudo de guitarras distorsionadas, el grupo demostró que la canción “No me arrepiento de este amor” podía ser un nuevo himno de los jóvenes rockeros y abrió una puerta que se reflejaría en la década siguiente.

Ciro Pertusi, ex cantante de la banda, lo tenía claro. “Muchos escuchan canciones que les gustan, pero como les parecen blandas o de un intérprete que no es de su bandera, no lo van a reconocer nunca fuera de esa intimidad. Hay muchos temas así: está el tema de Gilda, que suena en muchos lugares después de un tema de los Redondos, de Divididos o de La Mona Jiménez”, le decía al suplemento No de Página/12.

Cuando la banda celebró los quince años con un concierto en Obras les pidió a sus fans que eligieran la lista de temas. Entre las canciones más votadas salió “No me arrepiento de este amor”. En su última grabación, Sesiones pandémicas (2021), que presentarán en vivo en el teatro Broadway el 3 y 4 de septiembre, otra vez, incluyeron el clásico de Gilda. La versión original de “No me arrepiento de este amor”, grabada en Otras canciones, tiene cerca de 25 millones de escuchas en Spotify. Por debajo quedó “Hacelo por mí”, con veinte millones.

Escrito por
Gabriel Plaza
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