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Caras y Caretas

           

TODO PARECÍA POSIBLE

Por Marta Bianchi. Actriz

El período que vivió la Argentina con la presidencia de Raúl Alfonsín fue único. Significó dejar atrás los años más oscuros que padeció nuestro país: fue el final de la muerte, la violencia y la sinrazón. También de las prohibiciones y las censuras.Todos los argentinos disfrutamos y valoramos esa etapa, aunque eso no significa que no haya estado signada de dificultades y obstáculos. Pero la caída de las restricciones para expresarse y de las listas negras impuso un entusiasmo único. Generó una gran efervescencia en todas las ramas artísticas: el teatro, el cine, la música, la televisión y más. La creatividad se disparó y por momentos todo parecía posible. Las cabezas cambiaron. Durante la dictadura se había encontrado un tono para contar que era muy sutil: en muchos casos se decía lo que se quería decir de una forma simbólica, agudizando la imaginación. La gente lo entendía, pero exigía una atención más aguda. Con el regreso de la democracia, las ganas de contar salían a borbotones y se experimentaron nuevos contenidos y formas.

Me acuerdo mucho de un programa que hicimos por ATC que se llamaba De Fulanas y Menganas. Fue una de las propuestas más lindas de las que participé y expresaba con mucha profundidad y audacia una mirada muy inteligente. Por entonces, la democracia había vuelto a ser un valor esencial para los argentinos, pero desde lo institucional. De Fulanas y Menganas indagaba en la órbita de las relaciones sociales y hasta familiares. ¿Cómo andamos de democracia entre nosotros, como ciudadanos? Porque la dictadura había calado muy hondo. Tantos años de falta de libertad habían hecho las relaciones mucho más rígidas e impermeables. La idea era mostrar eso, llamar a la reflexión, convocar a revisarnos, a cuestionarnos a nosotros mismos desde lo personal. También recuerdo con mucho cariño la obra de teatro Made in Lanús y la película Made in Argentina. Tuvieron mucha repercusión y hasta el día de hoy se las recuerda. Creo que la clave pasó porque esos cuatro personajes expresaban cuatro formas distintas de haber padecido algo tan inquietante como una dictadura atroz. De alguna manera, con sus virtudes y dificultades, los cuatro eran sobrevivientes de un proceso que marcó el tejido social argentino de una manera muy profunda. Sentían diferente, y todos, a su manera, tenían razón. Por eso tantos espectadores se sentían identificados.

La vuelta de la democracia despertó mucha alegría y entusiasmo en todos los argentinos. Fue una etapa de mucho entusiasmo y proyectos, pero también de muchas dificultades. Se trató de un período de transición. Al júbilo por el regreso de las libertades individuales se opusieron muchos problemas. El Juicio a las Juntas Militares fue una conquista que quedará para siempre en la historia de nuestro país y del mundo. Se avanzó mucho, pero no todo lo que se quiso. Alfonsín debió enfrentar muchas resistencias. La de los militares antes que nada, pero también las dificultades económicas y muchos paros. No fueron tiempos sencillos, pero el aporte de Alfonsín a nuestra democracia es impagable.

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