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Caras y Caretas

           

La música como esperanza

Cada semana, el ciclo “Bailando en la fuente”, orquestado por DJ Villa Diamante, le pone música y fiesta al parque temático Perón Volvió.

Hubo un tiempo en que el Mundial dolió. Fueron pocos días, casi imperceptibles, en el que entusiasmo por la Selección quedó paralizado por una derrota inesperada. Arabia Saudita sorprendía al mundo, y en especial, a nuestra patria futbolera, al dar vuelta el resultado de la primera fecha de la fase de grupos. En ese contexto, un casi imposible flotaba en el aire. ¿Cómo resurgir el fervor popular?

En esa misión se embarcó Perón Volvió, el fin de semana previo al partido con México. La pasión parecía desterrada. No se veían camisetas de la Selección por la calle y en algunos canales de televisión reinaba el pesimismo. Para cambiar la mano, en el predio El Dorrego, un bombo es el puntapié de una recreación que celebra la vuelta del General tras 18 años de exilio. Los actores perfectamente caracterizados en la década del 70 cantan la marcha peronista, agitan banderas y vociferan un grito de corazón.
Lo que viene después sigue con la misma premisa: renovar la esperanza.

Bailando en la fuente

“Ahora nosotros tomamos el control. Somos los dueños del pabellón.” La voz de Pablo Lescano resuena por los parlantes del parque temático peronista y el enunciado marca la pauta de la noche. La música reina en Perón Volvió.

Quien está arriba del escenario es Amalia Escobar, conocida como La Puta Ama DJ. Ella forma parte del ciclo “Bailando en la fuente”, orquestado por otro disc-jockey, Villa Diamante, referente de la escena local.

En el primer tramo del show, la DJ intenta conservar el fuego del histórico canto peronista. Clásicos de cumbia, que van de Amar Azul a la Champions Liga, apuntan en esa dirección. Y el efecto se cumple, porque debajo del escenario la gente no para de cantar y bailar.

La seguidilla de hitazos genera una especie de simbiosis con el público peronista, al punto que tanto arriba como abajo del escenario se repiten los mismos pasos.

El diferencial de La Puta Ama DJ son les artistas elegidos para el setlist. No esquiva los temas del momento ni tampoco los clásicos, pero intenta poner el foco en las cantantes de la escena, en un universo bastante machista. “Me gusta pasar más voces de mujeres y darles lugar a nuevas chicas, que no suene solo lo que pasan en un boliche”, aclaró Escobar en una de las últimas entrevistas que brindó. Y esta noche no es la excepción, porque no faltan ni Karina, Dalila, Gladys y la nueva generación, con Cazzu a la cabeza.

Pero si hay una referente que se distingue de la lista elegida por Escobar es, sin duda, Gilda. Sus clásicos (“Fuiste”, “Se me ha perdido un corazón”, “No me arrepiento de este amor”, por solo nombrar algunos) funcionan como himnos que el público canta a los gritos. El vínculo de La Puta Ama con la referente de la música tropical es mucho más profundo: Escobar organiza hace más de diez años un festival en homenaje a Gilda, en el que fueron partícipes todas las bandas que tocaron con ella.

Yo no sé mañana

Ahora hay dos personas en el escenario. A la presencia de Escobar se suma Zurita Zurita, otro DJ que forma parte del evento en Perón Volvió. La sintonía es perfecta y ambos trabajan en dúo para mantener el fervor.

Después de unos temas en cojunto, Escobar se baja para marcar que ya pasó la mitad del show y en el enganchado de Zurita Zurita se imita el pasaje de la Ruta Nacional 11 que conecta Chaco con Santa Fe. Es que suenan Los Charros e inmediatamente siguen Los del Fuego.

En tanto, las diferentes variantes que ofrece Perón Volvió permiten que mientras los adultos se distiendan al ritmo de “La cumbia de los trapos”, de Yerba Brava, los niños sean los privilegiados al pasar de juego en juego en la kermesse peronista.

Y ¿sin buscarlo? Zurita Zurita traslada la fiesta musical al modo mundialista. Primero con “Perra”, aquel clásico de Los Palmeras. Así lo siente un joven con la remera de Maradona, que se ríe, acaso recordando mentalmente los pasos del astro con eso mismos acordes, en un baile que se popularizó hace un par de años. Y enseguida, el clásico de Jambao sirve para reflejar, quizá, el futuro de la Scaloneta: “Yo no sé mañana/ yo no sé mañana/ si estarás aquí”.

Zurita Zurita es quien maneja la bandeja en La Mágica, una de las fiestas de cumbia más conocidas de Buenos Aires. Por allí pasa una variedad de artistas que van de La Delio Valdez a Néstor en Bloque. Esa misma diversidad es la que se reproduce en este set elegido, al hacer su aparición Bad Bunny y, pocos minutos después, El Combo Loco, con el clásico “Será porque te amo”.

A las 21, La Puta Ama DJ sube de nuevo para marcar el cierre del show. Pasó una hora de pura cumbia y el objetivo está cumplido: el baile renovó las esperanzas y entre carteles de Perón Volvió, la postal es la de un pueblo unido. Los propios dee-jays avisan que se tienen que ir, pese a los pedidos de “una más y no jodemos más”. Pero no hay tiempo para más y de la cumbia se pasa al rock. Y en la voz de Ciro queda en claro un mensaje para el futuro (futbolístico). “Esta tristeza no puede ser/ Algo mejor tiene que haber”. Y sí, algo mejor hubo, y tal vez habrá.

Escrito por
Jeremías Batagelj
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