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Caras y Caretas

           

Sean eternas las bandas

El Saldías Polo Cultural fue testigo de un hecho único en la historia de la música: allí, Spinetta se juntó con los grupos que lo acompañaron en su vida para practicar para el mítico recital que dio en el estadio de Vélez Sarsfield.

Algunos meses antes del 4 de diciembre de 2009, Luis Alberto Spinetta entró en el Saldías Polo Cultural para empezar a ensayar lo que sería su show con las Bandas Eternas. El ideólogo del proyecto fue Pablo Mangone, dueño de una casa de instrumentos, que tras un llamado de Spinetta preguntándole cuánto creía que podrían darle por una guitarra como la emblemática suya, roja y blanca, se le ocurrió el mítico reencuentro para sacar a su amigo de problemas económicos. A los meses de esa charla pudieron verse por la ciudad algunos afiches que, enigmáticamente, rezaban: “Te invito a mi cumple. Luis”.

El concierto duró casi seis horas: empezó a las 21.40 y terminó aproximadamente a las 3.30 de la mañana. Spinetta juntó a todas las bandas con las que había tocado a lo largo de su vida en una sola noche y tuvo además una larga lista de invitados, entre los que se encontraban músicos como Charly García, Fito Páez y Ricardo Mollo, entre otros, como Gustavo Cerati, que reprogramó un show en Uruguay para poder estar.

UN POLO DE ATRACCIÓN

En ese momento, el Saldías tenía una historia más bien reciente como sala de ensayo y polo cultural. Apenas unos años antes, los hermanos Pombo, Lucas y Nicolás, fundaron el centro cultural en el mismo espacio en el que desarrollaban actividades de logística, en este vórtice atravesado por las vías del Ferrocarril Belgrano Norte y Belgrano Cargas. Uno de esos edificios estaba abandonado y contenía 68 oficinas: ahí fue donde empezaron a ensayar con su banda y a invitar amigos. Hoy, esas oficinas son salas de ensayo y grabación, un grupo de artistas visuales y muralistas trabajan en un taller que funciona allí dentro y también se encargaron de vestir las paredes.

De esta manera relata Lucas Pombo la llegada de Spinetta al Saldías Polo Cultural: “Estaba buscando un lugar para ensayar, grande, al que no tuvieran acceso los medios, que no lo jodiera nadie. Ahí fue que se acercó. El show de las Bandas Eternas lo estaba produciendo él. Por ahí pasaron todos, Charly, Fito, Gustavo. Eran como reuniones de amigos que tocaban temas viejos y los estaban preparando para un show, que es un poco también lo que pasa hoy”.

Aquella noche reunió a Spinetta y los Socios del Desierto, Invisible, Pescado Rabioso, Almendra y la banda estable con la que Luis venía tocando. Sobre los ensayos, Sergio Verdinelli, baterista de la banda estable, cuenta: “La verdad es que nuestro lugar de ensayo, nuestra base de operaciones fue en un lugar completamente nuevo, veníamos ensayando en otro lado. Nos citaron y un día comenzamos en el Saldías. Recuerdo que era una sala enorme, y estaban todos los sets de formaciones de todas las bandas en la misma sala, cada banda tenía su set con su batería, teclados, con todo. Hace poco volví al Saldías por primera vez, estuve en la sala que creo que se llama ‘Luis Alberto Spinetta’, y la recordaba mucho más grande. En mis recuerdos era enorme”.

Por suerte, de este momento quedó un registro: en YouTube hay un video titulado “Spinetta y las Bandas Eternas en Saldías”. Como un caleidoscopio, la cámara va siguiendo los ensayos de Luis con cada banda, y este universo de músicos circulando por la sala queda retratado. Entre medio aparecen fragmentos donde Luis habla a cámara y nos permite adentrarnos en algunas intimidades del show, como que la única banda que sufrió modificaciones en su formación original fue Pescado Rabioso. David Lebón, bajista original, tocó la guitarra, y Guillermo Vadalá lo sustituyó en el bajo, porque hacía tres años que no tocaba ese instrumento y se sentía “fuera de training”. Luis dice que no le cree porque “David, aunque haga tres años que no toca un instrumento, agarra un palo de escoba y lo hace sonar bien”. Verdinelli también dirá, cuando rememora la preparación y el ensayo para esa noche: “Sabíamos que iba a ser un día que iba a quedar en la memoria colectiva cultural de nuestra sociedad”.

Lo que también sabían era que iba a haber una grabación oficial, que lo que ocurriera allí iba a ser editado en lo que hoy conocemos como el box set de Spinetta y las Bandas Eternas. A sabiendas de que iba a quedar registro y que la noche era muy importante, Verdinelli cuenta que, si bien había nervios, durante el tiempo de ensayo hubo siempre un excelente clima: “Ensayábamos todos los días, fue intenso, le dimos con todo, se laburaba. Había siempre muy buen clima, la sala de ensayo con Luis era un espacio de trabajo, de encuentro, de amistad, donde la música era lo principal, pero había mucha humanidad y compañerismo”.

Si todo tiempo pasado no fue mejor que lo que será mañana, algo que sus allegados rescatan en Luis Alberto Spinetta como una filosofía de vida, para el Saldías Polo Cultural también fue mejor el futuro que trajo la presencia del Flaco. Lucas Pombo se responde cómo imagina al Saldías sin la llegada de Spinetta: “No me lo puedo imaginar mucho porque este espacio no es lo que era antes del desembarco del Flaco. Fue un cambio de paradigma, no sólo del espacio sino de todos los que lo llevamos adelante, de cómo darle valor a un lugar en donde naturalmente se desarrollan las artes. A nadie se le ocurre hacer un polo cultural, un centro cultural de la nada. Ahí como que se fue gestando”.

El deseo que Gustavo Cerati expresó luego de tocar “Bajan” ese 4 de diciembre se cumplió, Luis lo disfrutó. “Luis estaba muy contento también con todas las bandas, muy feliz, la verdad. Lo vi muy feliz todo ese tiempo. Encontrarse con toda la gente, recibirlos. Imaginate para todos ellos… Fue un momento muy prístino. Todo estuvo muy fluido, muy divertido. Fuimos muy conscientes de lo que estábamos formando parte, comandados por Luis, que estaba muy contento, re enfocado, y eso se ve en su performance. Mil horas, y la performance de él fue increíble, se tocó todo, se cantó todo. Cantó todas las letras sin ningún tipo de ayuda de teleprompter ni nada, todos los temas de memoria, sin parar”.

Escrito por
Marina Amabile
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