Tenía apenas 17 años y hacía solo un mes había comenzado su instrucción en Enfermería y debía sanar todo tipo de heridas de guerra. Como vio cosas sospechosas en el reparto de mercaderías, la expulsaron de manera “deshonrosa”.
En una de las tantas locuras de la guerra de Malvinas, a Silvia Barrera le prohibieron desembarcar en Puerto Argentino por no tener grado militar. Entonces la dejaron en el Almirante Irízar atendiendo heridos.
Inesperadamente, con apenas dos años en la fuerza, Alicia Reynoso se encontraba volando hacia el sur argentino para dirigir a un equipo de enfermeras que debían cuidar de los soldados heridos en la guerra de Malvinas. Hoy lucha por la memoria.