Israel se despertó, el sábado 7 de octubre, en el corazón de un huracán de fuego y sangre. El asalto de Hamas fue tan osado como brutal. Una furia letal que se descargó sobre numerosos kibutz, las urbanizaciones colectivas en la periferia de la Franja de Gaza donde, irónicamente, suelen residir los israelíes más amigables con la idea de la construcción de dos Estados en convivencia pacífica. El ataque dejó un número indefinido de muertes que se calcula en 1.400, el más letal de estas características en la breve historia de aquel país.

Varios analistas lo compararon con el 11-S por su planificación y ejecución. La fugaz invasión palestina se llevó también cerca de 250 israelíes al otro lado de la alambrada y el muro con el que Israel encerró a los habitantes de Gaza. Gran parte de ellos son de origen extranjero, porque la población migrante suele asentarse en esa zona. Se estima que unos veinte, al menos, serían de origen argentino. Otras ocho personas de distintos lugares de nuestro país que se habían asentado en aquellas tierras fueron asesinadas durante la jornada.

Desde entonces, la Franja se mantiene sellada por Israel, que descarga su fuego de artillería sobre sus edificaciones mientras vuelan cohetes desde Gaza hacia territorio israelí. Aunque los blancos con presuntos objetivos de Hamas, la guerra ya septuplicó a fines de octubre el millar de muertos de aquel sábado, dicen las autoridades gazaríes. A la vez, hay más de 1,4 millón de personas desplazadas dentro de un territorio de no más de 365 kilómetros cuadrados, acusa la ONU.

“La figura de una prisión a cielo abierto para describir cómo vive la población de la Franja de Gaza es muy acertada. Estamos hablando de 2,3 millones de personas, de las cuales el 50 por ciento son niños y adolescentes, el agua no se puede tomar y hay electricidad por breves períodos. Israel controla todo eso, entonces es un poco complicado afirmar que no ocupa la Franja de Gaza. Ha retirado sus colonias pero según La Haya la sigue ocupando”, describe Ezequiel Kopel, autor de La disputa por el control de Medio Oriente (Capital Intelectual).

Esa situación explica también que casi la mitad de las fatalidades en esta guerra sean mujeres, niños y niñas. Solo después de mucha presión internacional, las Fuerzas de Defensa de Israel permitieron el ingreso de medicinas, agua y demás ayuda humanitaria a través del paso que conecta la Franja con Egipto, que ellos controlan y que habían clausurado junto al resto en la primera semana de ataques.

¿UN 11-S ISRAELÍ?

El ataque hirió el orgullo de Israel y su celoso aparato centinela. Y lo expuso vulnerable. ¿Cómo es posible que el Mossad no detectara un plan que, según versiones posteriores, se venía elaborando y ensayando desde hacía años? Las hipótesis de un “autoatentado” no tardaron en aparecer, tal como ocurrió el 11 de septiembre de 2001 con Estados Unidos. En particular, tras revelarse presuntas alertas de Egipto a Israel sobre los movimientos de Hamas en Gaza en los días previos.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció que se están cometiendo crímenes de guerra en Gaza. Apuntó tanto contra la decisión de Hamas de privar a personas civiles de su libertad como la ofensiva israelí posterior. El temor es una escalada que amplifique el alcance de la guerra y la lleve a un escenario regional, con el involucramiento de otros actores como Hezbollah y hasta un abierto enfrentamiento contra el enemigo de siempre, Irán, al que Israel vincula con los ataques.

“Irán ha demostrado en muchas ocasiones las conexiones que tiene con Hamas, Hezbollah y otros grupos de la región, y ha amenazado a Israel con movilizarlos si sus intereses eran puestos en peligro. Pero por otra parte, Irán también ha demostrado que no controla totalmente el accionar ni las decisiones de estos grupos”, explica Luciano Zaccara, profesor en la Universidad de Qatar.

Y añade: “Es difícil predecir si, en una situación de conflicto extendido en el tiempo y el espacio geográfico, estos grupos actuarán en función de un interés más general, del ‘eje de la resistencia’ liderado por Irán, o por sus intereses particulares de subsistencia frente a una posible guerra que costará muchas vidas y destrozará la economía de sus países”.

Delimitar cuáles son las razones de este ataque es complejo para una región que vive una gran guerra casi permanente desde hace más de un siglo. Mucho se habló del reciente acercamiento de Israel con Arabia Saudita –enemigo odio entre su población. “Unos cientos de palestinos armados traspasaron la barrera e invadieron Israel de una manera que ningún israelí imaginó que fuera posible. Unos cientos de personas demostraron que es imposible encarcelar a dos millones de personas para siempre sin pagar un precio cruel”, escribió en Haaretz.

También frente al Consejo de Seguridad, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que el “horrible” ataque de Hamas del 7 de octubre surgió de “56 años de una sofocante ocupación” militar sobre el pueblo palestino. Eso enfureció a las autoridades israelíes, que iniciaron una campaña para exigir su renuncia.

El llamado a la furia por parte de Hamas, en medio de los ataques, no tardó en generar eco en diversos atacantes en suelo europeo que desataron sus propios actos de terror. La pregunta es cuánto más puede acaparar mientras el odio se sigue nutriendo de sí mismo y reengendrándose a su paso en una región que no tiene paz.

1914. La Primera Guerra Mundial y el ingreso del Imperio otomano al conflicto definen el desenlace del último califato y empiezan a rediseñar la emergencia de nuevos Estados a partir de la injerencia de las potencias occidentales.

1917. Declaración Balfour: los británicos respaldan el proyecto sionista de un Estado judío. Invaden la región y fundan el Mandato británico de Palestina, donde hoy se extienden Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza.

1936. Luego de años de agitación árabe frente al incremento de la población judía y del accionar de sus grupos nacionalistas, explota la primera revuelta que obliga a Londres a desplegar sus fuerzas para mantener el control del territorio.

1947. El 29/12, la ONU divide Palestina por medio de la Resolución 181, otorgando al pueblo judío el control sobre el 56% del territorio aunque su población apenas es la tercera parte del total demográfico. Los palestinos no lo aceptan y tampoco el resto del pueblo árabe fronterizo.

1948. Guerra árabe-israelí. Se fijan las primeras fronteras del Estado de Israel, que va avanzar sobre el 78% del viejo Mandato británico, sepultando el plan de partición. Jordania se apropia de lo que hoy se conoce como Cisjordania.

1956. La política de nacionalización del Canal de Suez del presidente Nasser pone en alerta a Londres y París, que se alían a Israel para enfrentar a Egipto. Israel ocupa la Península del Sinaí y la ONU interviene, con presión de EE.UU. y la URSS, para desplegar allí sus tropas y forzar un repliegue parcial.

1967. Guerra de los Seis Días. Egipto, Siria e Irak entran en conflicto con Israel cuando su gobierno bombardea el Sinaí tras la negativa de Nasser a desbloquear el Golfo para el tránsito israelí. También ingresa Jordania. Israel conquista los Altos del Golán, Cisjordania y Jerusalén, la Franja de Gaza y la Península del Sinaí. La ONU reclama el repliegue israelí a través de la Resolución 242, pero no es acatada.

1968-1970. Continúan los enfrentamientos solapados por el control de los territorios ocupados. Israel incentiva el establecimiento de colonias judías contra la Cuarta Convención de Ginebra, se demuelen los barrios palestinos en Jerusalén Este y Egipto respalda el surgimiento de grupos armados palestinos que inician acciones armadas contra objetivos civiles, diplomáticos y de infraestructura. La escalada concluirá en la masacre de Múnich (1972), cuando un grupo propalestino ataca la sede de los JJ.OO.

1973. Guerra de Yom Kipur. Egipto y Siria atacan Israel para reconquistar los territorios perdidos en 1967. Tras el contraataque israelí con apoyo de EE.UU., las potencias árabes decretan un embargo del petróleo para provocar desabastecimiento y aumento de precios (crisis del petróleo). El alto el fuego se alcanza tras la intervención de EE.UU. y la URSS en la ONU.

1978. Se firma el primer acuerdo de paz en la región en Camp David (EE.UU.): se resuelve el retiro de Israel del Sinaí, el uso del Canal de Suez para buques israelíes, el restablecimiento de las relaciones con Egipto y el establecimiento de un gobierno autónomo de los palestinos en Cisjordania y Gaza en un período de cinco años.

1979. El triunfo de la Revolución Islámica en Irán es leído por Israel como el ascenso de un nuevo enemigo geopolítico.

1982-1990. Primera Guerra del Líbano, a donde se había refugiado la cúpula de la OLP, con Yasser Arafat a la cabeza, tras ser expulsados de Jordania. La invasión israelí (“Operación Paz para Galilea”) se produce tras un atentado de un grupo propalestino contra el embajador en Londres.

1987. El 9/12/87, un vehículo militar israelí se involucra en un accidente en Gaza en el que mueren cuatro palestinos. La población palestina inicia manifestaciones que originan la primera Intifada. Nace Hamas, frente al desprestigio de la OLP. En ese marco, estalla la primera Guerra del Golfo. Los palestinos respaldan a Irak, e Israel, a Kuwait.

1993. Los Acuerdos de Oslo con Arafat (Palestina), Isaac Rabin (Israel) y Bill Clinton (EE.UU.) fijan la devolución de los territorios ocupados en la guerra de 1967 sin que ello fuerce a Israel a renunciar a la soberanía sobre las colonias. Además establecen el reconocimiento de la Autoridad Nacional Palestina por parte de Israel, para el futuro establecimiento de un Estado palestino, forjando el primer Estado chato del mundo, sin control sobre sus fronteras ni sobre el espacio aéreo ni subsuelos.

1994. Jordania e Israel firman el Tratado de Paz el 26/10 que normaliza las relaciones bilaterales con el compromiso de poner fin a las disputas territoriales. Es el segundo país árabe después de Egipto que reconoce formalmente a Israel tras décadas de conflictos armados.

2000. Invitados por Clinton, Ehud Barak (Israel) y Arafat (Palestina) asisten a una reedición de la Cumbre de Paz en Camp David II. No se logra un acuerdo sustancial. Ese año, una irrupción del entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharón, a los lugares sagrados musulmanes de Jerusalén es leída como una provocación en un clima ya caldeado cuyo desenlace es la segunda Intifada.

2002. Mediante la Resolución 1.397 del 12/03, por primera vez el Consejo de Seguridad de la ONU respalda la creación de un Estado palestino a la par de Israel “con fronteras reconocidas y seguras” y demanda el fin de la violencia mediante negociaciones de paz.

2006. Israel vuelve a invadir el Líbano en el marco de sus enfrentamientos con Hezbollah cuando la organización libanesa mata a tres soldados israelíes y captura a otros dos. Estalla la segunda Guerra del Líbano, más breve, entre el 12/07 y el 4/08.

2007. Hamas gana las elecciones legislativas en la Franja de Gaza tras el retiro unilateral israelí y toma control del gobierno, enfrentado con la expresión laica de AlFatah que comanda Cisjordania. Israel y Egipto bloquean el territorio. Desde entonces, hay un gobierno dividido, con momentos de tensión y acercamiento, y se suspenden los comicios palestinos. La Conferencia de Annapolis convocada por George W. Bush reconoce por primera vez de manera oficial la solución de dos Estados como base para futuras negociaciones.

2008-2009. Israel bombardea enclaves de Hamas en la Franja de Gaza y lanza una invasión en un nuevo conflicto en la región entre el 27/12 y el 18/01.

2010. En un intento por quebrar el bloqueo de Israel a la Franja, organizaciones activistas buscan alcanzar por el Mediterráneo el territorio en una “flotilla para la paz”. No obstante, son abordados por tropas israelíes en aguas internacionales y diez manifestantes son asesinados.

2011. El estallido de la Primavera Árabe y la expansión de ISIS en Siria causando una guerra interna desatan enfrentamientos en torno a los Altos del Golán que Israel domina desde 1967 y que representan una posición estratégica en su planteo defensivo. El 5/05/13 un ataque no identificado destruye un cargamento de armas en suelo sirio que tenía como destino el Líbano: todas las miradas se posan en Israel.

2012. La Operación Pilar Defensivo, en noviembre, se desata tras el asesinato del líder militar de Hamas, Ahmed Yabari, durante una semana. En 2011, la organización había liberado a uno de sus rehenes israelíes más emblemáticos, el cabo Guilad Schalit, a cambio de un millar de presos palestinos.

2014. Nuevos episodios de violencia por la muerte de jóvenes palestinos derivan en una guerra entre Hamas e Israel, la más letal entre ambas partes. Un año después, se desata la Intifada de los Cuchillos, con ataques a civiles y militares israelíes en Cisjordania y Jerusalén.

2016. El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba su resolución 2.334 reafirmando que las colonias judías en Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán son ilegales y representan una “flagrante violación” del derecho internacional.

2020. Con intermediación de EE.UU. con Donald Trump, países árabes aliados como los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos anuncian que se encaminan a la firma de acuerdos de paz para normalizar las relaciones con Israel. La movida es parte de una propuesta de paz forjada de manera
unilateral por Washington sin consenso palestino.

2021. Las amenazas de desalojos de familias palestinas en el barrio de Sheij Yarrah, en Jerusalén, y el enfrentamiento con policías israelíes deriva en un nuevo episodio armado en el que interviene Hamas desde la Franja de Gaza. El gobierno de Israel responde con muertes de civiles palestinos e israelíes.

2023. Hamas ejecuta su operación más letal: invade Israel atacando posiciones militares y civiles en los kibutz fronterizos con la Franja de Gaza, causando más de mil muertes y secuestrando a más de 200 personas, en un episodio que las autoridades de Israel definen como su propio 11-S. El gobierno de Benjamín Netanyahu responde bombardeando la Franja y estalla una nueva guerra.