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Caras y Caretas

           

Luche y cumbie: San Bomba en Perón Volvió

En la primera semana del parque temático peronista, la Orkesta Popular oriunda de Boedo hizo vibrar a la concurrencia a pura cumbia y agite.

Es sábado por la tarde y hace calor en Buenos Aires. En el predio El Dorrego el clima no varía, pero las condiciones son otras: el almacén Marilina ofrece vermuts a precios populares que amainan la temperatura.

Todavía faltan varios minutos para el show de la Orkesta Popular San Bomba, pero ya empiezan las sorpresas: un grupo de actores, perfectamente caracterizados, recrean la celebración popular de la vuelta al país del General en 1972, después de casi 18 años de exilio político. Hay aplausos, gritos y, como no podía ser de otra manera, se canta la marcha peronista. Es sábado por la tarde, hace calor y el pueblo peronista está de fiesta.

Lo que sigue luego es acto de coordinación perfecta: al instante en que finaliza la última estrofa de la emblemática marcha grabada por Hugo del Carril, resuenan los primeros acordes de una cumbia. La música ya no sale por los parlantes sino desde el escenario Perón-Perón: la Orkesta empieza su recital. Es sábado a la tarde, hace calor y hay música.

Cumbia y lucha, un combo combo perfecto

En las primeras dos canciones –ambas instrumentales–, la banda suena impecable. Hay siete músicos con instrumentos, ordenados estratégicamente como en una orquesta: vientos (trompeta y trombón) de un lado, guitarra y bajo del otro y un poco más atrás, la batería, percusión y, por supuesto, el infaltable rallador.

Entre el público, mientras, hay un solo denominador común. Es el baile. Así que se mezclan un puñado de nenes con adultos mayores, entre paso y paso. Las banderas tampoco se bajan: la gente mueve sus caderas sosteniendo afiches con la leyenda “Perón Volvió”.

Elena “Gitana” Guarner, cantante de la Orkesta popular, recién sube al tercer tema. “Qué ganas de bailar que tienen”, describe con precisión. Inmediatamente suena el clásico “Hijo ‘e toro”.

En la primera parte del show, tanto letra como música recorren el camino de la alegría, que marida perfecto con el tiempo y el lugar en el que ocurre el recital. Guarner canta la historia del perro Chamorro –del EP Sal de tu cuerpo– sin dejar, nunca, de mover los pies. Luego, de la cumbia se pasa a la salsa y el efecto, en el público, es el mismo. Los espectadores siguen con el baile, quizá sin conocer de memoria la letra de “El consejo”.

Pero la Orkesta tampoco esquiva su costado político. Y al sexto tema, casi en la mitad del recital, empiezan a sonar los acordes de “Cumbia palestina”. “No es fácil encontrar un grupo de cumbia con sentido de lucha”, destaca la cantante a Caras y Caretas. “Esas banderas siempre fueron más rock y las bandas de cumbia les cantaban a otras cosas”, agrega Guarner, que nació en Cuba pero se siente una porteña más. En el estribillo, la voz de la Gitana cobra (aún más) fuerza: “Las voces del pueblo no se callan/ ni con leyes/ ni con balas”, sintetiza en esta canción que no duda en tomar posición en materia geopolítica.

La coyuntura del país es otro de los temas que se cuelan para la composición. Así suele repetir Matías Jalil, fundador y director de esta banda popular. Es que la independencia es un pilar de la Orkesta. Ellos mismos se hacen cargo de toda la cadena de producción: escribir y producir sus temas, armar las masterizaciones y hasta encontrar lugares para tocar. Como a la gran mayoría del público, los vaivenes sociales y económicos no les son esquivos en el día a día. Eso explica por qué, a la mitad de show, la estrofa que más se repite es el estribillo de “Miguelitos”: “Nos pueden despedir/ Nos pueden reprimir/ Pero si nos juntamos/ Vamos a resistir”.

Historia y futuro

La agrupación surgió a fines de 2009 en el barrio porteño de Boedo. Desde entonces, la idea siempre fue formar una orquesta popular con apertura musical, la misma que se demuestra en este show: hay cumbia colombiana, bachata y hasta colores balcánicos. “Embriaguez de voluntad” es tan solo una muestra de todo ello.

El disco Levántate y baila, de 2017, fue el quiebre de la banda, según cuentan los propios músicos. Allí se empeñaron en unir letras –antes, la mayoría de sus temas eran instrumentale– con los diferentes ritmos que caracterizan al conjunto popular. Hasta se animaron a hacer un cover de los Redondos (“Salando las heridas”), que atrajo mucho público rockero a Spotify.

Sin embargo, en esta noche de calor y peronismo, no suena el clásico ricotero sino que los ocho músicos reversionan una canción de otro artista popular: Rodrigo. Así que suena “Por lo que yo te quiero”, del Potro cordobés, y el público suma otro ritmo –el cuarteto– a sus pasos de baile.

Y al igual que en este parque peronista, del pasado se salta al futuro. “Está recién salidita del horno”, anticipa Guarner sobre “Es por ti”, del último EP que editó la orquesta: Rompiendo el ruido. Es una clásica cumbia que demuestra las destrezas de la cantante cubana, tanto en la afinación como en su asunción como frontwoman de la banda.

El nuevo material es presentado casi en exclusiva en Perón Volvió. Pero la gira sigue para la Orkesta, que estrena nueva sesión online –para el ciclo La Basílica– y despedirá el año el 16 de diciembre, en el Centro Cultural Matienzo.

El show llega a su fin. Así lo comenta Guarner, pero también se ve en el público que, después de tanto baile, se toma un respiro en la Avenida de los Trabajadores.

Suena “Amor sincero”. Los músicos agradecen por la sinergia de la noche y el público replica “una más”, con insistencia. Pero no hay tiempo. Ya es sábado por la noche, el viento anticipa que el clima empezará a cambiar, pero con baile y peronismo el calor se mantiene.

Escrito por
Jeremías Batagelj
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