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Caras y Caretas

           

EL CAMINO HACIA LA PARIDAD

En un escenario desde siempre machista, el periodismo argentino precisa ampliar sus horizontes hacia la equidad de género, que es, también, una forma de justicia social.

El rol de la mujer y de las personas trans en los medios de comunicación es una de las grandes deudas de nuestra sociedad en relación a la igualdad de género, y la radio no está exenta de esta situación. Hemos visto en los últimos años muchos avances sobre los derechos de las mujeres y la concientización sobre la violencia machista, tanto en debates de la sociedad civil como en leyes concretas.

Sin embargo, los medios de comunicación hoy están muy lejos de reflejar este nuevo tiempo y aún el machismo permanece inalterado. Es ahí donde tenemos que poner el foco. Como mujer y como periodista desde hace 27 años, sentí la necesidad de presentar un proyecto de ley para que se establezca paridad entre hombres y mujeres en medios de comunicación con un cupo no menor al tres por ciento para periodistas trans. La búsqueda de esta paridad es sinónimo de justicia social, y esa es una bandera que como peronista siento la obligación de levantar.

El concepto de justicia social surgió para describir la necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales. Con el correr de los años, el concepto fue incorporando la búsqueda de las igualdades y ampliación de derechos entendiendo a la justicia social como el compromiso del Estado para compensar las desigualdades que surgen de los mecanismos de la sociedad capitalista. En una sociedad con justicia social, los derechos humanos son respetados y las clases sociales más desfavorecidas cuentan con oportunidades de desarrollo.

LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD

Varias investigaciones realizadas en los últimos años le ponen números a la realidad desigual entre hombres, mujeres y personas trans en el ámbito del periodismo y en los medios de comunicación. En el caso de la radio, que está cumpliendo cien años, el colectivo Nos Quemaron por Brujas (NQPB) elaboró un informe en 2017 titulado #FaltamosEnLaRadio, que reveló datos contundentes respecto de la poca presencia de mujeres, lesbianas, travestis y trans en las emisoras AM y FM. En ese momento, el 69 por ciento de los programas eran conducidos por varones. Hoy los números no variaron demasiado y por eso es necesaria una legislación que acompañe esta deconstrucción de la que somos protagonistas y que democratice la comunicación en el país.

La misma investigación mostró además la diferencia entre los contenidos que desarrollan al aire los varones y las mujeres. En especialidades como política o economía, sólo una de cada siete columnistas era mujer; y por lo general a la mayoría de las mujeres se les pide que aborden los temas “de color”, o bien anunciar la hora, el clima y los anuncios publicitarios.

El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) presentó en 2018 el informe “Mujeres periodistas en la Argentina”, que muestra la desigualdad de género tanto en la distribución de los puestos de mayor poder como también en el ingreso. De más de 400 periodistas mujeres consultadas, el 72 por ciento reconoció tener menos oportunidades de crecimiento en medios de comunicación que los hombres; de aquellas que trabajaban en relación de dependencia, el 71 por ciento indicó que sus jefes eran hombres; el 76 por ciento sostuvo que las mesas directivas de sus medios estaban conformadas por hombres, y el 93 por ciento aseguró que había algún tipo de diferencia entre las posibilidades que ellas tenían como mujeres frente a la situación de los periodistas hombres.

Un año antes, en 2017, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) junto con la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad pusieron la lupa en las empresas de medios nacionales situadas en la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, y realizaron una investigación sobre 23 medios de comunicación de los cuatro soportes (TV, radio, digital y gráfica), tanto públicos como privados. En relación a la propiedad de las empresas o la pertenencia en el board de las compañías, el promedio de titularidad femenina que mostró el estudio fue de 33 por ciento. Respecto del total de las personas empleadas, el promedio de mujeres que trabajan en las empresas de la muestra era del 36 por ciento, y de hombres, el 64. En los cargos jerárquicos, los porcentajes son aún más desparejos: el promedio de mujeres es del 28 por ciento, y de varones, del 72.

LA NECESIDAD DE LEGISLAR

Estos datos son todavía más alarmantes si tenemos en cuenta otra investigación publicada en 2018 por Comunicación para la Igualdad, que advirtió que el 64 por ciento de las personas que estudian carreras de comunicación son mujeres, pero, a su vez, las mujeres representan sólo el 30 por ciento de las personas que trabajan en empresas periodísticas, y el 24 por ciento de las personas afiliadas a sindicatos de prensa.

A partir de este rápido diagnóstico, surge una pregunta: ¿es necesario un marco legal para garantizar la equidad en los medios de comunicación? Sí, absolutamente.

Aunque parezca algo del pasado luego de que el gobierno de Cambiemos la cercenara no bien asumió Mauricio Macri en diciembre de 2015, todavía tenemos una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que en su artículo 3 establece el deber de “promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”.

Este es uno de los tantos lineamientos de la ley que no se cumplen, dado que no existen políticas concretas para vehiculizar este principio y promover medidas que acerquen oportunidades en las empresas de medios a mujeres y personas trans. Es hora de saldar esa deuda. Y para ello es preciso generar políticas que manifiesten el compromiso que muchas veces se defiende sólo desde declaraciones, y que se haga visible la paridad de género en los medios. La ley que presenté apunta básicamente a que los medios de comunicación estén obligados a respetar la igualdad de trato y de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, y que deban adoptar medidas para garantizar la paridad con la contratación de mujeres (cis, trans, travestis), con un porcentaje mínimo del tres por ciento para mujeres trans-travestis, en todas las áreas organizativas de los medios –es decir, gerencia, técnica, conducción, producciones, toma de decisiones–, y en todo el territorio argentino.

La búsqueda de la justicia social fomenta la dignidad humana, el desarrollo, el pleno empleo, la igualdad entre géneros y el bienestar social. Por eso la paridad en medios de comunicación necesita ser ley para que haya justicia social en el periodismo argentino.

Escrito por
Gisela Marziotta
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