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Caras y Caretas

           

Tiempos violentos

El candidato por el Movimiento Construye y asambleísta nacional Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros a la salida de un acto en el coliseo del colegio Anderson, en la capital ecuatoriana. (Foto NA)

Los ecuatorianos elegirán autoridades nacionales el próximo domingo, en una campaña signada por el magnicidio del candidato Fernando Villavicencio por parte de sicarios del narcotráfico.

“Por la patria o por la mafia” era la consigna de Fernando Villavicencio, candidato presidencial de la Alianza Gente Buena-Construye, abatido a tiros por sicarios del narcotráfico ecuatoriano el pasado miércoles 9 de agosto en el norte de la ciudad de Quito. Villavicencio era uno de los ocho candidatos inscriptos para suceder al gobierno de derecha de Guillermo Lasso en las elecciones extraordinarias convocadas para el próximo domingo 20 de agosto, donde el ganador completará el período 2021-2025, interrumpido por Lasso al disolver la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, cuando esta se disponía a votar su destitución. Su mandato, extendido por decreto, estuvo signado por protestas, fuertes cuestionamientos a su gestión, baja popularidad y ahora un impeachment.

El periodista y ex asambleísta fue asesinado en el marco de una campaña electoral que, antes del atentado, ya tenía como tema excluyente de discusión la crisis de seguridad que afecta a Ecuador desde hace más de dos años, con asesinatos y matanzas recurrentes que el gobierno atribuye al crimen organizado y al narcotráfico.

En los últimos tiempos había estado muy activo en denunciar las mafias del narcotráfico enquistadas en la industria minera, del petróleo y en la política. En el escenario ecuatoriano en medio de la crisis política y del crecimiento de la violencia criminal desatada en diversas ciudades, fue lo que llevó al presidente Lasso el 17 de mayo último a decretar la llamada “muerte cruzada”. Esto es, convocar a elecciones anticipadas para la presidencia y la Asamblea Nacional. En ese contexto, también como antecedente del asesinato de Villavicencio, otro destacado político ecuatoriano, el alcalde de la ciudad costera de Manta, Agustín Intriago, fue  asesinado el 23 de julio por sicarios del narcotráfico. Tenía 38 años y había sido reelecto para un segundo período el pasado 5 de febrero. Manta es uno de los principales espacios donde operan y tienen mayor injerencia los carteles mexicanos de la droga. Incluso el candidato presidencial de Construye había denunciado al Cártel de Sinaloa y sus nexos con sus pares ecuatorianos, como los Choneros y los Queseros, principales organizaciones del narcotráfico y del crimen organizado ecuatoriano.

Magnicidio, un antecedente

Un mes antes de su asesinato, en 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato a la presidencia de México, estuvo en una cena realizada en Monterrey, Nuevo León. Entre los invitados llegó un personaje inesperado: Humberto García Ábrego, hermano del líder del Cártel del Golfo. Humberto se encargaba de las relaciones políticas de la organización criminal. Se sabe que un integrante del propio equipo de Colosio lo invitó. Cuando el candidato presidencial supo que García Ábrego estaba ahí, hizo que lo sacaran de la cena. Dicen que Colosio no estaba enterado de que ese personaje, junto con el Cártel del Golfo, había contribuido con recursos económicos para su campaña. Sin embargo, el priista lo sacó de la cena para mandar el mensaje de que no tenía relación con ese ambiente. El Cártel del Golfo se sentía poderoso y Humberto García Ábrego quería participar en la sociedad y lo hacía brindando apoyo a diversos candidatos.

Villavicencio también se había centrado en denunciar a jueces y a los llamados mafiosos de “cuello blanco”, corruptos que manejan los activos como la industria minera y las petroleras. En resumen, Villavicencio era una amenaza para el interés de los mafiosos de Ecuador. El poder estatal y el poder del  narcotráfico no son dos sistemas que transitan de manera independiente. Y ante un posible gobierno que no quiera transar o decida dejar de hacerlo, se paga con la propia vida.

El ataúd del candidato presidencial Fernando Villavicencio es llevado al Centro de Exposiciones de Quito. (Foto NA)

Las elecciones

El recién inscripto candidato a presidente por Construye, Christian Zurita, íntimo amigo de Villavicencio, y Andrea González Nader, su compañera de fórmula, llegaron a la sede de los medios públicos de Quito para participar de un debate televisivo y no pudieron ingresar al edificio. “Ambos pertenecen al partido que apoyaba a Fernando Villavicencio, que fue asesinado el pasado miércoles. “Nos parece indolente”, dijo la candidata a vicepresidenta. En tanto Zurita indicó que pidieron al Consejo Nacional Electoral que les permitieran el paso como oyentes, pero esa solicitud no fue atendida. En esta incertidumbre se votará el domingo en Ecuador, en unos comicios bajo la órbita de los Estados Unido, ya que el presidente Lasso anuncia el desembarco del FBI para investigar el magnicidio.

Escrito por
Silvina Pachelo
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