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Caras y Caretas

           

Aquí me pongo a cantar

Foto: Gabriel Reig
Foto: Gabriel Reig

Además de sus mil ediciones, el Martín Fierro tuvo infinidad de recreaciones en el teatro, así como también fue inspiración de obras performáticas.

El extenso poema del Martín Fierro tiene vigencia en diferentes expresiones artísticas no solo por su calidad estética sino por el aporte a la reelaboración de la figura del gaucho. La obra narra las injusticias y dificultades de un hombre de campo rebelde que no se somete a la ley de fronteras y es obligado a trabajar en la tierra que otros quieren poseer.

El escritor y crítico literario Raúl Castagnino escribió sobre el contexto en el que fueron escritos tanto el Martín Fierro como las otras obras gauchescas Juan Moreira y Solané: “Su escenificación coincide con el fin de las luchas civiles que dividían políticamente a los argentinos de la ciudad y de la campaña; con la marea creciente de contingentes inmigratorios que desalojaban al gaucho nómade, reacio al progreso, a las leyes y al orden; con la transformación de compadres y delincuentes”.

La densidad narrativa y la gran recepción del público permitió que se generaran diferentes expresiones a partir de la poesía de José Hernández; por supuesto, el teatro no fue una excepción. El Martín Fierro y sus versiones teatrales se enmarcan dentro del teatro gauchesco, que es una suerte de género propio dentro del teatro argentino.

Una de sus primeras versiones adaptadas al teatro probablemente sea la de Elías Regules, que firmó bajo el seudónimo de Martín Zuliacán. Si bien Regules era uruguayo, la obra se estrenó de este lado del charco, más precisamente en La Plata, en el año 1890, bajo la órbita del circo Podestá-Scotti. Un año antes, el circo había realizado en Montevideo una presentación de la obra Juan Moreira, y del contacto con Podestá-Scotti surgió la intención de llevar al teatro el Martín Fierro. Así fue que un año después se estrenó, junto con algunas piezas originales que Regules adaptó.

Recién en 1915 llegaría otra versión teatral del poema de José Hernández. Ese año se formó en el Teatro San Martín la Compañía Tradicionalista Argentina, y en ese marco se le pidió al dramaturgo José González Castillo una teatralización del Martín Fierro. Castagnino escribió sobre los entretelones de la obra: “La Compañía Tradicionalista Argentina nació como un producto de la crisis económica que, por esos días, sufría el teatro porteño y la apelación a obras del tipo gauchesco tenía algo de desesperado reclamo popular”.

En 1972, una nueva interpretación dramática del Martín Fierro tendrá lugar en el Teatro Nacional Cervantes. Esta vez es la que escribió Juan Carlos Ghiano. A diferencia de las anteriores, esta no es una teatralización tan ortodoxa del poema, sino más bien una puesta en escena performática con distintos relatores en escena que convergen y cuentan la historia, mientras que en un segundo plano un conjunto de mimos corporifica algunas partes de la narración.

La dramaturga Graciela Bilbao escribió una versión libre del poema que estrenó en 2003 en el Teatro del Abasto y se llamó Martín le yerró fiero. Esta interpretación tuvo en escena títeres y muñecos que van corporizando el poema a través de la voz de un guitarrista payador que también es titiritero. La narración del poema no tuvo una búsqueda exhaustiva sino más bien general de la historia, además de que fue pensada como un espectáculo infantil. Los títeres estuvieron a cargo de la compañía Cuerda Floja y El Mosquito y la Máquina Real.

EN TIEMPO PRESENTE

Más cerca del presente, donde las versiones dramáticas del Martín Fierro se pierden en un sinfín de expresiones más difíciles de rastrear, una obra itinerante que sobrevivió la pandemia tiene un recorrido interesante para contar: la del Teatro Cervantes con su ciclo Cervantes Federal, un programa de giras a pueblos y localidades del país donde no llegan el teatro institucional ni el comercial. La propuesta empezó en 2013 con un elenco de actores que pudieran soportar las largas giras, para eso se realizaron audiciones libres en las que se inscribieron 600 personas y se eligieron alrededor de 130. Esta versión del Martín Fierro está escrita por el dramaturgo Claudio Gallardou, el elenco está compuesto tanto por actores como por payasos y mezcla recitado con humor, drama y circo criollo. Tuvo su última función –al momento– en agosto de 2020.

Otra versión contemporánea que toma como punto de partida el poema es La Martín Fierro, la última villa del país. A partir del contexto del gaucho perseguido y obligado, propone pensar la actualidad con aquellos sectores marginados: sostiene el verso durante toda la propuesta pero corre el eje constante del gaucho a las villas miseria que existen al día de hoy. La escribió Emmanuel Burgueño y el grupo que la lleva adelante es La Joda Teatro.

Este año, la escritora y dramaturga María Inés Falconi reescribió en clave moderna el poema de José Hernández, al que tituló El Tincho de Fierro. La interpretación tiene por objetivo a un público infantil con la intención de acercarla en un lenguaje actual, tomando los condimentos del rap y usando el humor como canal para dar a conocer dicha obra. Según explicó la autora, tuvo un doble desafío: primero adaptar el género –del poema gauchesco al teatro– y en segundo lugar llevar el contenido a una audiencia infantil.

Distintas versiones tuvieron lugar durante estos meses en ocasión de celebrar los 150 años de la publicación del poema nacional por excelencia. Siempre a la espera de cómo seguiremos reinterpretando el famoso texto de José Hernández.

Escrito por
Marina Amabile
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