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Caras y Caretas

           

“Quiero crear una conexión entre especies”

La artista plástica Lorena Minoretti trabaja con la idea de generar, desde el arte, conciencia sobre la importancia del medio ambiente. Su muestra “Todos somos uno”, de 2019, es un ejemplo de ese camino. Actualmente, trabaja en el desarrollo de un juego sobre ecología.

Discípula de Jorge Rajadell, Lorena Minoretti es una artista ambientalista, impetuosa amiga del mar que sueña con un mundo en armonía. En sus obras plasma la mirada de “uno”, que es la mirada de “todos”, porque todos somos uno con el planeta azul, y es tiempo de despertar.

–¿Cómo empezaste a pintar?

–No recuerdo desde cuándo disfruté dibujar y pintar. Crecí viendo cómo mi mamá y mi abuelo paterno se dedicaban al arte. A los diez años, ya mi abuelo me regaló mi primera cajita de óleos. Con mi mamá y mi abuelito Nino, di los primeros pasos que me guiaron hasta este momento.

–¿Quiénes son tus maestros o referentes?

–Estudié Artes Plásticas en varias instituciones. Estuve siempre buscando hacia dónde dirigir mi arte. Así pasé por la Escuela Carlos Morel, por Artes Visuales en la Universidad Nacional de las Artes y por la Asociación Estímulo Bellas Artes, donde dediqué mi tiempo a dibujar modelos vivos. El maestro Carlos Fels, que me invitó a concurrir a su atelier en San Telmo, me enseñó a ver las estructuras y las direcciones de aquello que yo quería dibujar. Todavía no descubría lo que anhelaba expresar. Paralelamente, mi interés por el medioambiente iba creciendo. En un proyecto personal, en el cual ilustré un libro sobre el océano, investigué muy a conciencia sobre la vida en el mar y quedé pasmada por cómo el humano depreda al planeta y a las otras especies. Así me inspiré para reunir mis obras en la muestra “Todos somos uno”, de 2019. El maestro y gran persona Jorge Rajadell fue quien me guió sabiamente en las técnicas y composiciones sobre mis lienzos.

–La constante en tu obra son seres acuáticos. ¿A qué se debe?

–Encontré al fin el mensaje que quería dar a través de mis obras. Decidí representar en mis pinturas a aquellos seres que no tienen voz en esta sociedad humana, tan enfocada sobre sí misma que suele olvidar que necesitamos un planeta en equilibrio para sobrevivir, mucho más que esas cosas banales que suelen preocuparnos a diario. De los animales en mis obras siempre alguno mira al observador. Quiero crear una conexión entre especies. Un llamado de ayuda de los seres no humanos hacia la especie humana, que no los mira y que cada vez se aleja más del mundo natural del que depende.

–¿Cómo fue la experiencia de “Todos somos uno”?

–Recuerdo siempre con asombro y emoción cómo surgió el nombre “Todos somos uno” para mis muestras. Fue una conclusión espontánea que mi cerebro me regaló una mañana, cuando miré a los ojos a mi perro y pude sentir esa conexión intensa con “el estar vivos”. Esa otra especie amaba la vida tanto como yo, y lo veía en sus ojos con profunda claridad. A partir de ese momento, “Todos somos uno” fluyó y salió a la luz en varias muestras artísticas, en el Casal de Catalunya, en la Casa de Cultura de Quilmes y en el cierre de 2019 en el Centro Cultural Kirchner. Me acompañaron artistas maravillosos de la música y del teatro, además de las personas que estuvieron a mi lado incondicionalmente para ayudarme. Fue una experiencia inolvidable: una muestra interdisciplinaria sobre esta idea de que todos somos uno con el planeta azul: cellistas, violinistas, cantantes, pianistas, actrices se sumaron a este mensaje. En medio de la vorágine de preparaciones y ensayos, en los momentos de calma, observar que se habían unido tan intensamente al mensaje que yo pretendía dar fue sobrecogedor. Soy una ferviente convencida de que cada uno de nosotros debe tomar conciencia sobre la delicada situación del medioambiente. Creo que la educación es la base incondicional para que una sociedad humana empática comprenda que no puede seguir depredando todo a su alrededor. Tomar conciencia de que somos parte del mundo natural y no sus usufructuarios salvará a nuestra propia especie.

–¿Estás trabajando en algún proyecto?

–Este año tan particular, en el que el mundo entero está viviendo un cambio de paradigma, me encontró desarrollando, junto a una colega experta en juegos de mesa, un hermoso proyecto que continuará con mi misión personal de educar para concientizar al humano sobre el medioambiente. Muchos son los caminos para expresar un mensaje, pero entiendo que aquello que se transmite a través de la emoción produce un aprendizaje muy significativo. Crear un juego, como puente para hablar del tema ecológico, es una manera de despertar el interés de muchas personas y un intento de ponerlas en acción positiva. Así, doy la primicia del próximo lanzamiento de TerrAq®, un juego que pretende iluminar a través de la emoción.

Escrito por
Daniela Lozano
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