En la década del 30, en pleno auge de las transmisiones radiales, Caras y Caretas era una de las revistas de actualidad más vendidas del momento. Eran tiempos de la “Concordancia” dentro de aquella “década infame”, la alianza entre conservadores y radicales antipersonalistas que había llevado a la presidencia a Agustín P. Justo. También los tiempos del Pacto Roca-Runciman y del suicidio de su denunciante, el senador Lisandro de la Torre. La construcción del Obelisco venía a darle un toque modernista a la ciudad de Buenos Aires. En la radiofonía, tres grandes broadcastings acaparaban la atención de los porteños: Radio Splendid, Radio Belgrano y Radio El Mundo. En aquel 1936 convulsionado y ávido de novedades, la fusión de Caras y Caretas y Radio Belgrano, de Jaime Yankelevich, era inevitable. Durante los últimos años, la revista había sido el vínculo publicitario de las principales radios de la época. Era casi un salto natural que la revista tuviera su propio programa. Es por eso que en marzo de ese año comenzó a salir al aire la audición Caras y Caretas, por LR3 Radio Belgrano, todos los lunes de 13.30 a 14.
La directora del espacio era Elvira Palacios, y los animadores, Carlos Zol e Iván Caseros. Por aquellos tiempos, los animadores eran sinónimos de locutores. El programa tenía un fuerte contenido cultural y era habitual que los integrantes del staff de la revista tuvieron su espacio frente al micrófono. De hecho, la revista se vanagloriaba de tener entre sus colaboradores a personajes tan destacados de esos tiempos como Alfonsina Storni, Manuel Ugarte, Alfredo Palacios, Baldomero Fernández Moreno, Martín Gil, Luis Cané, Carrasquilla Mallarino y Pablo Suero, entre otros. Muchos de ellos leyeron poemas para beneplácito de los radioescuchas. Así había, por ejemplo, un Consultorio Grafológico que llevaba adelante Alfonsina Masi Elizalde, quien además escribía en la revista sobre el tema. En la radio se anunciaba la participación de algunos de nuestros periodistas, como Danero, Eduardo del Saz y Eros Nicola Siri.
A cargo de los “Discreteos” estaba el periodista Agustín Remón, y en el humor, Sixto Ríos. También era habitual que grandes orquestas y cantantes actuaran en vivo desde los estudios de Radio Belgrano. Por ejemplo, la de Roberto Firpo y su cantante Carlos Varela, y otros, como Ernesto Frías, Fernando Díaz o la concertista María Suasnábar, quien ya había compartido escena con Carlos Gardel en el Café Tortoni. Además había pasos de comedia e interpretaciones actorales de folletines o cuentos camperos, entre otros. En el ciclo también interactuaban la radio y la revista a través de concursos que aparecían en el medio gráfico y se publicitaban en el medio radial. Y claro, cada semana, un artículo de la revista relataba los pormenores de la audición radial. Parece mentira que todo esto pudiera hacerse en apenas media hora por semana.