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Caras y Caretas

           

BELGRANO SUPERSTAR

La vida y obra del creador de la bandera fueron retratadas en reiteradas ocasiones en el cine y la televisión. Su carisma, ideas y valores resultaron muy atractivos para espectadores de todas las edades y épocas.

Este 2020 se cumplen 200 años del fallecimiento del creador de la insignia patria argentina, uno de los próceres más queridos. La figura de Manuel Belgrano no sólo marcó hitos históricos memorables en la construcción de nuestro país, sino que también dio lugar a la creación de una gran cantidad de relatos, algunos biográficos, otros ficcionales, sobre los acontecimientos de su vida.

Las luchas patrias del siglo XIX son historias fundacionales de un país que por aquel entonces recién estaba en plena formación. Las Invasiones Inglesas, la Revolución de Mayo, la creación de la Primera Junta y la declaración de la Independencia son los hitos más importantes porque fue alrededor de estos sucesos que la identidad nacional fue conformándose, para terminar logrando la instauración de un país soberano e independiente.

Para el historiador Gabriel Di Meglio, Belgrano es un personaje clave de los sucesos que dieron lugar al surgimiento del país porque “es una especie de modelo de lo que la Revolución hizo con cierta parte de la elite. Hijo de un comerciante muy acaudalado, con una carrera por delante muy provisoria, dejó toda esa vida para entrar en lo que en la época algunos llamaban la carrera de la revolución, es decir, dedicarse a la política”.

La historia de Belgrano es cautivante, motivante e inspiradora, y es quizás por esto que el cine, la televisión y el teatro han tomado sus hazañas para producir todo tipo de contenidos. “Lo que tiene es que fue muy reverenciado en vida. Fue un personaje con muchos logros y también fracasos. Belgrano fue muy respetado y, además, como figura histórica, tiene una virtud que es que si bien era porteño, creó la bandera en Rosario y tuvo una actividad muy importante en Tucumán, en Salta y en Jujuy”, expresa Di Meglio.

BELGRANO ATP

Felipe Pigna, reconocido historiador argentino, elaboró distintos tipos de contenidos para trasladar la historia de los libros a nuevos destinos, principalmente la televisión. Uno de ellos fue Algo habrán hecho, programa emitido por primera vez en 2005, en Canal 13, conducido por Mario Pergolini y el mismo Pigna. Este show de TV, que combinaba ficción con archivo histórico, fue uno de los más vistos por aquella época.

El segundo capítulo, “El hijo de la patria”, narra la vida de Manuel Belgrano desde 1810 hasta su muerte, en 1820. El historiador también desarrolló más contenidos sobre el general, tales como el capítulo “Ay, Patria mía” de Historia clínica, programa de TV producido por Underground y emitido por la TV Pública, o Historias de nuestra historia, programa radial emitido por Radio Nacional.

La historia argentina contada desde los próceres como Belgrano genera un sentimiento de identificación e inspiración en la sociedad, al mismo tiempo que despierta curiosidad en muchos por entender cómo eran los tiempos, la cultura, los modismos e, incluso, las emociones de esa época colonial. Acerca de esto, Di Meglio señala: “Estos personajes son figuras fundamentales en la formación de la comunidad nacional, por lo tanto, todo el mundo está muy familiarizado con ellos”. Luego añade que “las revisitas a estas figuras legendarias pueden generar mucho interés, sobre todo cuando se van renovando los lenguajes y las maneras de encararlos”.

En 1909, en pleno inicio del cine nacional, se estrenó La Revolución de Mayo, película considerada como la primera argumental del país, dirigida por el inmigrante italiano Mario Gallo. Este largometraje mudo y en blanco y negro, de tan sólo cinco minutos, aborda los hechos más relevantes de la fundación de lo que después sería la República Argentina.

Algunos años más adelante, en 1928, se estrenó Una nueva y gloriosa nación, una película de Albert Kelley. Este film es una pieza particular de la cinematografía argentina, ya que fue ideada por el empresario de origen vasco Julián De Ajuria, y fue rodado en Hollywood con estrellas y técnicos estadounidenses. La película se centra en la vida de Belgrano y su lucha por la Independencia nacional. “Si en el aspecto temático el temprano cine argumental argentino encontró su fuente de inspiración en la historia nacional, la inexistencia de una tradición cinematográfica local llevó a estos cineastas a buscar modelos estéticos y narrativos foráneos”, señala Andrea Cuarterolo, doctora en Historia y Teoría de las Artes por la UBA e investigadora del Conicet, en un artículo académico de Imagofagia, la revista de la Asociación Argentina de Estudios de Cine y Audiovisual (Asaeca).

Otra película que se encarga de mostrar la vida del prócer es Bajo el signo de la patria, un film dirigido por René Mugica en colaboración con Isaac Aisemberg, estrenado en 1971, y protagonizada por Ignacio Quirós, Enrique Liporace, Héctor Pellegrini y Roberto Airaldi. Este largometraje se encarga de mostrar los aspectos de la vida del general al momento de liderar el Ejército del Norte y la batalla de Salta.

DEL CINE A LA ANIMACIÓN

En los últimos años el cine volvió a tomar la figura del prócer, En Belgrano, el largometraje estrenado en 2010, año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, el prócer aparece con un costado mucho más humano, profundo. En la piel de Pablo Rago, Belgrano se muestra como un personaje ácido, sincero, directo, leal a sus ideales. Dirigida por Sebastián Pivotto y producida por Juan José Campanella, aborda los últimos diez años de vida del prócer, sus pasiones, sus fracasos, la enfermedad que lo llevó a la muerte en 1820 y su pensamiento ideológico-político. El largometraje, además, muestra la profunda convicción de Belgrano respecto a la independencia americana y su vínculo con los pueblos originarios.

Dos años más tarde, en 2012, se estrenó La revolución es un sueño eterno, película dirigida por Nemesio Juárez, basada en el texto homónimo de Andrés Rivera. El film en el que el actor Luis Machín encarna a Belgrano hace un repaso de los acontecimientos que se dieron alrededor de la revolución.

Di Meglio también fue guionista de Zamba. Sobre el proyecto, destaca: “El dibujito animado es un género que las chicas y los chicos manejan muy bien desde chiquitos, antes de leer y escribir. Es un lenguaje que los interpela directamente”. Es por esto y por la falta de contenidos de entretenimiento infantil nacionales que la llegada de un canal de televisión autóctono llamó tanto la atención. En 2010, Pakapaka apareció en el aire emitiendo programas nacionales para niños, uno de ellos, Zamba, sobre un nene formoseño que viaja a la ciudad de Buenos Aires y retrocede 200 años en el tiempo para recorrer distintos fragmentos de la historia argentina.

En uno de sus capítulos, “La asombrosa excursión de Zamba al Monumento de la Bandera”, el alumno conoce a Manuel Belgrano y lo ayuda a crear la bandera para derrotar al Capitán Realista. En este programa, Belgrano –y también San Martín, que aparece como personaje secundario– es retratado de una manera heroica, lúdica, pero sobre todo noble.

En tan sólo dos capítulos de veinte minutos, Zamba cuenta los principales sucesos que marcaron la vida del prócer, y cómo se desarrolló la lucha por la Independencia. De una manera didáctica y dinámica, el programa no sólo logra su cometido en cuanto al entretenimiento, sino que además funciona como una herramienta educativa para enseñarles a los más chicos aspectos básicos de la historia del país.

“El dibujito permite el uso del humor y reírse un poco de los personajes históricos, y eso creo que está bueno, porque les saca una de las cosas más pesadas que tenían las viejas películas, esa cuestión solemne de la historia, ligada a lo escolar, en la que los próceres casi parecen de bronce”, señala el historiador.

Escrito por
Chiara Finocchiaro
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