Decidieron formar una banda de chicas en un mundo musical repleto de hombres y asó lo hicieron. Son Mel Muñiz (guitarra tenor y voz), Cecilia Bosso (contrabajo y voz) y Agustina Ferro (trombón y voz), las Bourbon Sweethearts. Su repertorio incluye covers clásicos y composiciones propias que hacen referencia al estilo musical de la primera mitad del siglo XX, como el swing, calypso, blues y jazz. Entre sus influencias se encuentran The Andrews Sisters, Billie Holiday, The Mills Brothers y Josephine Baker.
Comenzaron a mediados de 2015 y ya se han presentado en lugares míticos de la escena porteña, como Café Vinilo, Bebop Club, Thelonius Jazz Club, Notorious, La Tangente y Usina del Arte, entre otros. También participaron de Festivales como Open Folk, Festival de la Cerveza en Mar del Plata, POA Jazz Festival de Porto Alegre, Brasil, y en San Pablo. También participaron en el Festival de Buenos Aires.
Su último show lo dieron el 24 de septiembre en La Tangente, y el 13 de noviembre se presentarán nuevamente en Camping. Cecilia Bosso, contrabajista del trío, habla sobre todo esto y sobre los proyectos en curso.

–¿Cómo surge este proyecto musical feminista?
–No nos consideramos un proyecto musical feminista. Simplemente la idea era tocar en una banda de chicas en un mundo musical donde hay muchos hombres. Al menos yo, personalmente, estaba rodeada de muchos hombres en la música. Mi sueño era tener una banda de chicas, que fuéramos mujeres. Allá por 2015 me contacta Mel, la guitarrista de la banda. No nos conocíamos y me dice: “Tengo un amigo que me dijo que sos contrabajista y que cantás, que hacés swing, y yo estoy queriendo armar un trío de chicas, que cantemos las tres, y tengo a una violinista que se copó”. Y era todo lo que yo estaba buscando. Así surgió la banda. En ese momento había una violinista que se llama Nela, que es de Bélgica, y que se volvió a vivir allá. Cuando ella se va, aparece la Poro que, aunque toca el trombón y cambió la orquestación de la banda, era la persona indicada para hacer lo que estábamos buscando.
–¿Cómo van armando el repertorio?
–Todas vamos llevando cosas y después las pulimos entre las tres. Lo vamos mutando y los vamos llevando. Cada una lleva ideas y temas ya cerrados. La mayoría de los temas son composiciones nuestras. Hay uno o dos covers.
–¿Cómo es la organización de la banda? ¿Con qué regularidad ensayan?
– Actualmente estamos ensayando una vez por semana. Cuando estábamos grabando nuestro primer disco nos juntábamos horas, días enteros, porque queríamos ser un relojito sonando. Nuestro primer disco, Got a Minute, salió en 2018.
–¿En qué proyectos están trabajando?
–Se viene un disquito, estamos terminando de componer los temas. Faltaría cerrar un tema más y entrar en la etapa de producción del disco, tocar y ensayar como locas, a morir, para entrar a grabar afiladísimas. Eso es lo que esperamos que suceda pronto. La pandemia nos desencajó, a un montón de bandas les pasó, estamos recién volviendo a retomar un poco todo el trabajo que veníamos haciendo y a meternos en curso.
–¿Qué sueños tienen para la banda?
–Creo que quienes hacemos música queremos llevar nuestra música a todos lados y que nuestra música se escuche por todas partes, que la gente se cope con lo que hacemos, expresamos y contamos con nuestras canciones. Andar por el mundo tocando. Ese es el sueño de todas las personas que hacemos música.