Al finalizar la anteúltima función de la obra teatral ¿Estás ahí?, su directora y productora, Daniela Lozano, saludó al público y agradeció: “Van pasando muchas cosas en el teatro y en la vida”. En esta entrevista, la dramaturga hace un veloz recorrido por su obra y sus proyectos, despliega ideas acerca del teatro en la actualidad, el proceso creador, sus diferentes atravesamientos y el retorno a los escenarios tras la pandemia.
–¿Cuánto se relaciona el trabajo con tu vida? Hubo cambios en el equipo durante la obra.
–Intento aplicar la máxima sabiduría en las cosas que van pasando. No siempre me sale, pero soy una persona que tiene mucha práctica espiritual a cuestas y paciencia, es una de mis cualidades. Siempre priorizo el proyecto y la concreción de sus metas. Hay algunos límites que para mí nadie debe transgredir en el trabajo y en la vida, y mientras nos movamos dentro de esos límites todo funcionará de maravillas, aunque haya obstáculos, que siempre los hay. El tema es que cuando se transgreden esos límites, por ejemplo, cuando alguien es violento o irrespetuoso, no hay resolución con ese integrante del equipo y la resolución y el trabajo sobre lo sucedido tendrá que ver en ese caso con un reemplazo o con que yo me vaya de un espacio si no está en mis manos esa posibilidad. El trabajo estuvo siempre íntimamente relacionado con mi vida. Como dice Rilke en Cartas a un joven poeta, el artista crea a partir de su ser, de su interior, por lo que siempre mi obra tuvo que ver con las preguntas que consciente o inconscientemente me estaba haciendo en mi vida.
“Ante todo esto, pregúntese en la más serena hora de su noche: ¿tengo que escribir?
“Cave en su interior para procurar una respuesta profunda… Y si la respuesta es ‘Tengo que hacerlo’, construya entonces su vida de acuerdo a esta necesidad. Su vida, hasta en la más indiferente e insignificante hora, tiene que llegar a ser un signo y un testimonio de esta urgencia.
“Una obra de arte es buena si ha surgido de una necesidad. Por eso, no sabría darle otro consejo que el siguiente: entrar en sí mismo y probar las profundidades de las que ha surgido su vida, en su fuente encontrará la respuesta a la pregunta de si tiene que crear.
“Quizá resulte de esto que usted está llamado a ser artista. Asuma entonces su destino y lleve su carga y su grandeza sin preguntar nunca por la recompensa que podría venir de afuera. Pues el creador tiene que ser en sí mismo un mundo y encontrar todo en sí mismo y en la naturaleza a la que se ha unido.” (Rainer María Rilke)
–La obra fue pensada, ensayada y trabajada en la pandemia ¿Cómo fue el momento de salir a la cancha con un trabajo que tuvo gran parte de su elaboración durante el tiempo de aislamiento? ¿Cómo viviste el proceso creativo en el encierro?
–Salir a la cancha después de tanto encierro fue un ” volver a empezar”. Particularmente al momento de nuestro estreno yo venía de hacer mucho streaming con Sueño profundo, durante la pandemia y una gira por España en marzo de 2022 como actriz y productora de esta obra. Comenzar a reunirnos en pandemia y a crear en equipo en junio de 2021 Emilse Diaz, Alejandro Ini, David Seiras y yo fue hermoso. El estreno, ya con el grupo completo, en octubre de 2022, estuvo cargado de muchos nervios, especialmente porque había integrantes que durante la pandemia habían parado y este estreno significó volver a actuar después de tres años, volver a trabajar y a ponerse de acuerdo con muchísimas personas luego de tanto aislamiento. El encierro nos dejó un poquito solos y aprendimos a estar solos; la soledad tiene sus manías, dicen las abuelas, entonces volver a convivir con otros seres con un objetivo común y no individual como el de sobrevivir, que era un poco lo que se había instalado en la cuarentena, implicó un movimiento importante para todos, pero altamente positivo y maravilloso, ¡claro que sí!

¿Estás ahí? fue pensada y trabajada en pandemia.
–En la obra se puede apreciar la presencia de música en vivo y en escena durante toda la función. Animaciones que se van amoldando a la historia. ¿Ves el teatro con una perspectiva multimedial? ¿Cómo fue en particular la inclusión de las animaciones?
–Me interesa lo interdisciplinario, lo que sucede con el entrecruzamiento de las diferentes manifestaciones artísticas. Desde 2008, cuando realicé Estampas, dirigida entonces por Emilse Diaz, en el Teatro No Avestruz, trabajé con el cruce de literatura, teatro y música en vivo. En 2011 comencé a incorporar video, danza y música en vivo en mis obras (Reino crepuscular, Sueños de Buenos Aires, Andábamos sin buscarnos, Queremos tanto a Glenda). La pandemia fue un gran crecimiento respecto de un nuevo lenguaje, como fue el teatro por streaming a través de este cruce entre teatro, video, cine y televisión, como Sueño profundo. En ¿Estás ahí? quise darle una vuelta de tuerca al video y surgió la posibilidad de los dibujos animados con Nicolás Barreto. Me interesa lo que sucede en todo sentido con el cruce de los diferentes lenguajes, lo que pasa en la escena, lo que le pasa al público y lo que nos pasa a los hacedores al tener que trabajar con otros lenguajes. Todo eso me parece muy potente a nivel creativo y artístico. Los lugares internos y externos que hay que ir venciendo hasta llegar a la meta, desde la estructura y el contenido de ¿Estás ahí?; los dibujos animados tienen que ver con la representación dentro de la representación que, de algún modo, como cajas chinas, ponen en cuestión lo que acontece. Hay muchos planos en la obra, por lo cual eso que se vive como real y tremendo también es un juego, en este caso el juego del teatro pero extraponiéndolo al juego de la vida. A veces nos olvidamos de eso y nos metemos en unos papeles muy serios o trágicos. La obra quiere desacralizar, sacar solemnidad para poder llegar a un lugar más interesante, y no a ese ya sabido y conocido. Los dibujos animados tienen que ver con esto, con deconstruir lo que damos por sentado y crear algo nuevo, acentúan el humor y nos obligan a preguntarnos desde otro lugar por los temas tratados en la obra: el amor, los celos, la posesión y la muerte. Por otra parte, esos dibujos animados tienen que ver con la coctelera que tiene el protagonista en su cabeza y con la invasión y dificultad de comunicación con personajes centrales en su vida, como su pareja, su vecino, su madre, su productor.
–¿Cómo fue el proceso creativo, en relación con el equipo de trabajo que te acompañó durante este proyecto?
–En relación al equipo de trabajo fue un lujo el proceso. Arrancamos en junio de 2021, Ale, Emi, David Seiras y yo. En agosto de 2022, cuando ya teníamos el teatro donde estrenaríamos, se incorporó Milagros Previgliano, nuestra asistente de dirección. El 30 de agosto se hizo presente el resto del equipo. Nos divertimos mucho y logramos un gran resultado. Se trata de un equipo de personas talentosas y con mucho humor, condición fundamental en el arte y en la vida. Al finalizar la sexta función, hubo una escena de violencia y desequilibrio por parte del músico anterior y entonces surge la incorporación de Franco Jorge para la séptima y octava función. Todo se fue resolviendo siempre del mejor modo. Agradezco por ello.
–¿Tu trabajo tuvo como objetivo renovar la obra de Javier Daulte?
–Una vez leí que Javier decía que a él le interesaba que cuando dirigieran una obra suya generaran una nueva dramaturgia y eso me propuse: crear algo nuevo y diferente de lo que él hizo. Nadie va a hacer lo que él hace mejor que él, por eso propuse otra cosa: una puesta nueva con música en vivo y animaciones y con la mirada de 2021, que es una mirada diferente sobre los vínculos y la problemática de género a la que teníamos en 2003, cuando se estrenó ¿Estás ahí? dirigida por Javier Daulte.
–De cara a la última función, ¿tenés proyetos para trabajar en un futuro?
–Creo que a ¿Estás ahí? le queda aún camino por recorrer; veremos cuáles serán esos caminos. Aún no lo tengo claro. Sí sé que se vienen movimiento, giras y, de seguir en Buenos Aires, un cambio de teatro. Por otra parte, desde marzo, cuando hice por última vez Sueño profundo, no actúo y ya me está urgiendo. Hay unos textos de Murakami que tengo ganas de trabajar y La Venus de las pieles, de la cual hice una adaptación, ¡me está llamando!
Fotos: Niran Ganir