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Caras y Caretas

           

El Perú de Pedro Castillo

Nuevos vientos soplan en el país andino desde la asunción del nuevo presidente. En su discurso inaugural sentó las bases de un país más justo, libre y soberano, que reconoce sus raíces y protege a los más necesitados.

¡Kashkaniracmi! ¡Seguimos existiendo!

Después de una larga espera, Pedro Castillo se convirtió en el primer presidente campesino de Perú. Maestro rural con experiencia como sindicalista, rondero, casi desconocido para el gran público antes de la campaña electoral, fue finalmente declarado presidente electo y juró su cargo este 28 julio, día en que Perú celebró el bicentenario de su independencia.

Bajo el lema “no más pobres en un país rico”, Castillo prometió un Perú más justo.

“Juro por dios, por mi familia, por mis hermanos y hermanas, campesinos, ronderos, pescadores, docentes, profesionales, niños, jóvenes y mujeres, que ejerceré el cargo de presidente en el período constitucional 2021-2026. Juro por los pueblos del Perú, por un país sin corrupción y por una nueva constitución”, dijo Castillo al asumir el cargo, con la mano derecha sobre la Biblia.

En un discurso largo y sentido, recordó su origen y el de sus antepasados, reivindicó la historia del Perú de los Andes Centrales, denunció la invasión colonial en manos de la corona española, la servidumbre y la explotación, entre otros puntos importantes. “Este gobierno ha llegado para gobernar con el pueblo y para construir desde abajo. Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino (…) Yo también soy hijo de este país fundado sobre el sudor de mis antepasados”, subrayó Castillo en presencia de sus padres, que lo observaban desde las gradas del Congreso.

Castillo fue claro y en su discurso está la clave de su proyecto de gobierno. Estos son algunos de los conceptos más importantes.

PLAN PARA REFORMAR LA CONSTITUCIÓN

La carta magna vigente en Perú fue promulgada en 1993, durante el gobierno neoliberal de Alberto Fujimori, meses después de que este mandatario disolviera el Congreso en el episodio conocido como el “autogolpe”.

Una de las principales propuestas de Pedro Castillo durante su campaña presidencial fue cambiar esa constitución y la ha vuelto a reiterar en su discurso de asunción: “Una de nuestras principales banderas políticas, convertida ahora en bandera de la mayoría del pueblo, es la convocatoria de una Asamblea Constituyente”, sostuvo.

La idea es convocar al pueblo para un referendo que avale los cambios necesarios para el futuro democrático del país. Hay que tener en cuenta que la actual Constitución peruana no prevé un mecanismo para convocar dicha asamblea, por lo que primero habría que reformarla y aprobar esa reforma mediante un referendo. Castillo aclaró que todos los cambios serán dentro del marco de la ley.

PROPIEDAD PRIVADA Y LOS MALOS ENTENDIDOS

El partido Perú Libre es de tendencia leninista-marxista, por lo cual cayeron sobre él un sinfín de infundadas acusaciones, entre ellas, que no respetaría la propiedad privada. Castillo lo negó: “No haremos nada de eso. Queremos que la economía mantenga orden y predictibilidad, que son la base de la inversión. La propiedad de las personas obtenida con esfuerzo está garantizada por la legalidad”. Descartó el proyecto de “estatizar”, pero señaló la necesidad de garantizar al pueblo una vida más justa poniendo por delante los intereses de la nación: “Queremos que se acaben los abusos de los monopolios, de los consorcios que cobran sumas elevadas por servicios básicos como el gas y las medicinas”.

DE RONDERO A PRESIDENTE DE LA NACIÓN

Pedro Castillo fue miembro de las rondas campesinas, unas organizaciones comunales de defensa que funcionan en las regiones de Perú desde los años 70 y que se dedican a garantizar la seguridad, administrar justicia y resolver todo tipo de problemas en sus jurisdicciones. Al hablar de ese tema, se refirió a la alta tasa de inseguridad que se registra en el país, uno de los grandes problemas que sufre Perú: “Debemos expandir el sistema de las rondas en Perú, que no es otra cosa que la población organizada. Nos comprometemos a formarlas donde no existen y a incluirlas al sistema de seguridad ciudadana”. Aseguró que asignará un presupuesto para la logística, fiscalización de autoridades y la ejecución de inversión pública en las comunidades.

REIVINDICACIONES HISTÓRICAS

El presidente Castillo anunció que no cumplirá sus funciones desde el Palacio de Gobierno, un lugar que alojó a los virreyes españoles durante la colonia: “No gobernaré desde la casa de Pizarro”, dijo el nuevo mandatario. Aseguró que hay que romper con los símbolos coloniales, y recordó el daño que la colonización ha dejado en el país: “Los tres siglos en los que este territorio perteneció a la corona española le permitieron explotar los minerales que sostuvieron el desarrollo de Europa, en gran parte con la mano de obra de los abuelos de muchos de nosotros”.

LAS MUJERES DEL PERÚ

Castillo aseguró que fortalecerá el Sistema Nacional Especializado de Justica para la protección y sanción de la violencia contra las mujeres. Estos dichos, emitidos tras el triunfo, tuvieron como repercusión que los movimientos feministas comunitarios de Perú declararan su convencimiento de que con este gobierno se podrán abrir muchos espacios de diálogos que antes no existían. Recordemos que Castillo había realizado declaraciones contra el aborto y los movimientos y derechos para personas LGBTIQ+. 

Perú vive un momento único e inédito. Tras años de malos gobiernos, de injusticia social, de proyectos que estuvieron lejos del pueblo, Pedro Castillo se presenta como la prolongación de esos luchadores por la independencia que buscaban un país mejor y enfrentaron los intereses coloniales. A las claras, el yugo colonial sigue intacto, cambiaron los nombres, pero no las malas intenciones de expropiación y explotación financiera. En su discurso, Castillo puso sobre la mesa y visibilizó los sufrimientos del pueblo peruano, de quienes fueron esclavizados con el fin de llevar adelante el saqueo que ayudó a desarrollar Europa, condenando a los pueblos americanos al subdesarrollo.

Fue discurso transversal en el que les habló, sobre todo, a los y las de abajo, quechuas, aimaras, amazónicos y afroperuanos. Pedro Castillo llegó con la promesa de hacer resurgir a un Perú de los bajos fondos, reconociendo cada rincón de su país como único e invencible.

Como dicen nuestros antepasados, “¡huk umalla sunquilla y huk maquilla!”. Una sola fuerza, un solo corazón y una misma dirección.

Escrito por
Silvina Pachelo
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