Alejandro Giovenco se había convertido en un militante de la violencia. Una burla que no resultó como esperaba terminó con su carrera de matón profesional.
En 2004 se produjo un derrumbe en una mina de Río Turbio que invisibilizó un drama familiar envuelto en un triángulo de espanto.
Fue un encuentro casual. Y consistió en un apretón de manos, seguido por un breve intercambio de palabras. Pura formalidad. La escena ocurrió en una sala de embarque del aeropuerto de Ezeiza, ante las miradas de otros pasajeros que abordarían el...
La historia de Jorge Baca Campodónico está llena de rarezas. Fue ministro de Economía de Fujimori y miembro del FMI. Terminó viviendo en el Sheraton porteño y perseguido por la Justicia por múltiples denuncias de estafas. Hoy sigue siendo un “hombre...
El capitán Héctor Pedro Vergez fue el jefe todopoderoso del centro de detención clandestino La Perla, en Córdoba. Pero al igual que Videla, en 2003 comenzó a sentir que sus días de impunidad se terminaban.
La liberación de los detenidos políticos de la cárcel de Villa Devoto fue también una oportunidad para que algunos presos comunes escaparan. Esta es la historia de François Chiappe.
Jorge Bergés era médico pero, sobre todo, un asesino. Fue el encargado de hacer parir en los campos de concentración y obligaba a limpiar la placenta a las mujeres que acababan de dar a luz. En 1996, un atentado lo dejó paralítico.
María Elena Walsh, Nacha Guevara, Norman Briski, Isabel Sarli, Rodolfo Walsh y el comisario Albero Villar. Todos forman parte de una misma historia que mezcla arte, Triple A y senos en aquellos tumultuosos años setenta.
José Hernández se encontraba escribiendo el Martín Fierro en la habitación de su alojamiento porteño cuando un crimen, en ese mismo lugar, desvió su atención.
En el mismo momento en que la juventud maravillosa se acercaba a Gaspar Campos a vitorear a su líder, a pocas cuadras de allí la policía enloquecía tratando de atrapar a un asesino serial.