ANDREA CAMILLERI
Salamandra
“En cuanto Mimì comenzó a contarle la historia, Montalbano tuvo la impresión, quizá porque aún seguía en una especie de duermevela, de estar en el cine: las palabras de Augello se transformaban en imágenes de inmediato.” Y no era para menos, el subcomisario le contaba a su amigo y superior las comprometedoras circunstancias en que había encontrado un cadáver. Por supuesto, allí no terminaría todo. Pronto, un llamado alertaría sobre la aparición de otro cuerpo en idéntica situación al anterior. Esta vez, el del famoso dramaturgo Carmelo Catalanotti. Ambos crímenes, de alguna manera, debían estar conectados. El comisario Salvo Montalbano resolverá estos casos al tiempo que deberá lidiar con una revolución en su vida personal.