A principio de los 80 comenzó un fenómeno que cambió la industria musical. Se llamaba MTV y su influencia multiplicaba en forma exponencial la llegada que hasta poco antes tenía la radio. Se trataba de un canal de videos que por el atractivo de las imágenes y su alcance global alteró el ecosistema de la cultura rock y pop de forma brutal. En los 90, la señal creó un ciclo bautizado MTV Unplugged: presentaciones en vivo en las que un solista o grupo tocaba un repertorio propio –casi siempre con alguna sorpresa– en forma acústica. No fue mala idea. De esta manera, el canal ofrecía un contenido original que funcionaba casi como un grandes éxitos, incluía la novedad de un sonido más amable y su llegada se expandía mediante la alianza de MTV con el sello del artista/grupo en cuestión –el programa, el disco y el VHS o DVD se potenciaban mutuamente–. La estrategia dio lugar a presentaciones logradas, algunas muy recordadas (Paul McCartney, Eric Clapton, Nirvana, Alice in Chains y Luis Alberto Spinetta, entre otros) y algunos bodrios. El formato todavía hoy se sigue usando, aunque con mucha menos llegada.
Acaso Pearl Jam llegó demasiado rápido a grabar su MTV Unplugged, el 16 de marzo de 1992, en los estudios Kaufman Astoria (Nueva York). Eddie Vedder y compañía apenas contaban con un solo disco editado (el medular Ten) y venían de una gira maratónica. Así las cosas, el concierto carece de algunas de las marcas registradas del ciclo: canciones rearregladas, alguna sorpresa en el repertorio y quizás algún invitado. El MTV Unplugged de Pearl Jam ofrece apenas siete canciones que suenan a una “traducción sonora” –de eléctrico a acústico– y ninguna sorpresa. Quizás por eso Pearl Jam no editó el disco en su momento y lo hace recién ahora, casi a modo de postal/souvenir de cómo sonaba la banda casi 30 años atrás. En ese sentido, resulta imposible no presuponer que la presentación pudo haber sido más rica y diversa de haberse grabado con el repertorio de la banda más consolidado –el aporte de discos como Vs., Vitalogy y No Code, entre otros, pudo ser valioso–. Sin embargo, el MTV Unplugged de Pearl Jam se la banca solito. Descansa en muy buenas canciones, la frescura de una banda a punto de conquistar el mundo y la voz de Vedder, que en el formato acústico gana una marcha más. En ese marco, se destacan las versiones de los megaclásicos “Even Flow”, “Alive” y “Jeremy”, y la de los muy conocidos “Oceans”, “State of Love and Trust”, “Black” y “Porch”. Treinta años después y en plena era del coronavirus, Pearl Jam resiste a su propio archivo.