Un solo pitido sirivó para alegrar a toda una multitud. El primero de marzo, de 1948, el silbato de la vieja locomotora “La Porteña” anunció, en Retiro, que los ferrocarriles, ahora, eran argentinos. La nacionalización, sin embargo, había tomado...
Un solo pitido sirivó para alegrar a toda una multitud. El primero de marzo, de 1948, el silbato de la vieja locomotora “La Porteña” anunció, en Retiro, que los ferrocarriles, ahora, eran argentinos. La nacionalización, sin embargo, había tomado...