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Un Día del Militante a todo peronismo en Colegiales

En un punto se cruzan el pasado y el presente, el rigor histórico con la fantasía, el recuerdo crudo con la posibilidad del juego que puede despertar al niño interior. Es lo que ocurre al recorrer el parque temático Perón Volvió, producido por el Grupo Octubre, en el predio El Dorrego (Zapiola 50, CABA), que abrió sus puertas este jueves 17 de noviembre. La fecha de apertura –y el parque– conmemoran los cincuenta años del primer retorno de Juan Perón a la Argentina, en 1972, luego de casi 18 años de exilio y proscripción.

El evento de inauguración incluyó la presentación de un libro que lleva el mismo nombre que el parque: Perón volvió. Publicado por Editorial Octubre, el trabajo, que combina textos y fotos, fue escrito por Víctor Santa María, editor general del Grupo Octubre, y por la escritora y periodista María Seoane, directora de contenidos de la revista Caras y Caretas.

Al empezar a caminar por el parque aparece como calle principal la avenida Juan Domingo Perón. Allí se encuentra el cine Leonardo Favio, que tiene sus marquesinas iluminadas. La película que se presenta es El retorno.

A pocos pasos está la vermutería Unidos Triunfaremos. Adentro hay un grupo de actores que utilizan vestuario de mediados del siglo XX. Están sentados en una mesa junto a la ventana, desde la que se ve la avenida Perón. Toman café y hablan de noticias de la época. Detrás del mostrador, contra la pared, se luce majestuosa una heladera Siam, de madera y seis puertas; un símbolo de la Argentina industrial que todavía se puede encontrar en algunos almacenes de barrio de Buenos Aires.

El almacén “Marilina” es una de las atracciones del parque.

Al salir de la Vermutería, se puede visitar la Escuela Número 45 “17 de octubre”. Hay proyecciones en las paredes de la escuela: la marcha de las antorchas luego del fallecimiento de Evita; un acto de la CGT en la 9 de Julio. De pronto, aparece un Perón en el exilio hablando: “Cuando presentamos el Plan Quinquenal eran 76 mil obras. El primer efecto fue que bajó el desempleo. Eso hizo subir el salario porque cuando el desempleo baja los salarios suben solos”.

Ahora, de pronto, los actores que están entre los visitantes empiezan a decir “vuelve, compañera, vuelve”. Desde distintos puntos del parque corren hacia una camioneta Rastrojero color gris que está estacionada en la avenida Perón. Se suben a la parte de atrás, que tiene colgada una bandera argentina, y comienzan a tirar volantes con la imagen del General que dicen: “Vuelve”.

Escenificación del pueblo arengando para ir a Ezeiza a recibir a Perón.

“Vamos a Ezeiza a esperar al General”, dice una actriz. Los actores bajan de la parte de atrás del Rastrojero y caminan hacia el centro del predio. Hay un escenario con una escenografía de Perón saludando con los brazos levantados. Comienza a sonar la marcha peronista en una versión de música electrónica. El vestuario de 1950, con el episodio histórico de 1972, se mezcla con el sonido del siglo XXI.

Un libro y la memoria emotiva

La presentación del libro Perón volvió, de Santa María y Seoane, tuvo lugar en un espacio llamado Unidad Básica “Partido Peronista”. En una mesa, a pocos pasos de la entrada, una máquina de escribir de esas que solo conocen los mayores de 55 años y un teléfono de disco ambientan el lugar.

Santa María sostuvo que entre los motores del libro había un interrogante que lo había habitado: “¿Por qué tantos jóvenes, de 17 o 18 años (la edad que él tenía en 1972) fueron a recibir a Perón, si no lo habían visto gobernar?”. El editor general del Grupo Octubre explicó que “el gobierno de 1946 a 1955 produjo una revolución cultural”. Dijo que no se trató solamente de “la creación de derechos” y la mejora de las “condiciones materiales”, sino que esa experiencia se fue trasmitiendo a las generaciones más jóvenes durante los años de exilio y proscripción de Perón, después del golpe de 1955. Además de referirse a su propio entorno familiar, Santa María afirmó: “Todos íbamos a la escuela pública. Yo, que era hijo de un encargado, y los hijos de otros trabajadores. Y los hijos de los trabajadores hablaban de lo que había sido el peronismo”.

María Seoane y Víctor Santa María presentaron el libro Perón volvió.

En ese punto, Santa María conectó el libro con el parque temático, ya que ambos buscan que “los jóvenes lo puedan ver y nosotros emocionarnos”.

Volviendo al texto, el autor sostuvo que el objetivo fue “reflejar lo fue ese año (1972), en el que Perón cambió una de sus 20 verdades y dijo que para un argentino no había nada mejor que otro argentino; en el que vino a darle un abrazo a (Ricardo) Balbín”.

Santa María repasó el recorrido de la historia posterior a ese 17 de noviembre de 1972, y afirmó: “Estamos por comenzar a transitar los cuarenta años de estabilidad democrática. Esta no es una muestra del peronismo. Es una muestra de la historia argentina”.

En tanto, María Seoane comenzó su intervención buceando en sus propios recuerdos. “Yo tenía 25 años cuando volvió Perón. Y no era peronista. Militaba en una agrupación de la izquierda guevarista. Tuvimos un fuerte debate interno porque nos habían invitado a buscar a Perón. Algunos fuimos. Recuerdo que salimos de Lugano con un grupo de obreros. La gente se iba subiendo al tren. Ese día lo recuerdo como la posibilidad de la esperanza”.

La escritora trazó un paralelismo entre aquel momento histórico y el actual. Eran las 12.30 del jueves 17 de noviembre y faltaban pocas horas para el multitudinario acto que la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, protagonizaría en el Estadio Único de La Plata. “Hoy en La Plata también será la fuerza de la esperanza –dijo Seoane–. Porque nuestro pueblo nunca se resignó a una vida miserable.”

En la presentación del libro y recorriendo el predio, estuvieron el diputado nacional y referente de la CTA Hugo Yasky; la diputada nacional y ex gobernadora de Tierra de Fuego, Rosana Bertone; el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, entre otros referentes.

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