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Cuchi de película

Gustavo Leguizamón. Creando la tierra es parte de un archivo audiovisual que contiene una fracción sustancial de la memoria musical argentina que no consta en otros medios. Armusa es una base de datos que preserva lo perdido, genera nuevos documentos y, al conservar los originales y crudos de sus propias producciones, propicia experiencias para el futuro. Ese es el origen y la intención de este archivo musical sudamericano, que nació dentro del Instituto de Musicología de la Nación, en 2016, siendo exonerado en 2017 por la gestión macrista y que sobrevivió hasta 2022 sin presupuesto alguno del Estado, sin financiación para sus documentales ni sus series televisivas, con el exclusivo apoyo del Inamu, que permitió la compra de un NAS (sistema de back up), para proteger sus archivos.

El documental sobre el Cuchi fue el primer largo que el archivo encaró y autofinanció, con el estímulo inicial de una serie de micros musicales para canales comunitarios, aprobado por Fomeca en 2015, y de los cuales el de Leguizamón fue uno de ellos.

Para todo melómano y cultor de la música del Cuchi Leguizamón, la exégesis de su obra y el acercamiento a su mundo creativo y afectivo, las miradas de sus seres queridos, el diario de notas del viaje, el vínculo con los músicos más cercanos no pueden ser otra cosa que un trabajo iluminador.

Desde el primer momento en que fui designado productor de Badía y compañía tuve la convicción de abrir las puertas de la televisión a los grandes pioneros y a los nuevos talentos de la música popular argentina y preservar los registros, sin los cuales hoy nadie recordaría su paso por la TV abierta. Podemos decir que la televisión actual es sorda, pero los registros guardados fueron y son una “evidencia” cultural de un tiempo en que tuvo oídos.

También por esto, Juan Alberto Badía pasó a ser un protagonista clave del documental, no porque haya sido un protagonista decisivo de la vida del Cuchi sino porque fue quien condujo aquellos tributos. Pero no está solo: se enlaza con Marcelo Pérez Cotten, Blanca Rébori y Marta Santamaría, quienes recogieron lo más sustancial del testimonio del Cuchi en sus programas radiales.

Claro que mi curiosidad también se interesa por el Cuchi más contemporáneo, el tímido compositor culto, el enamorado de Erik Satie, el de los campanarios y los trenes, el surrealista “fijo”, el poeta. Esa parte, que no entró en este trabajo, aún permanece en la deriva, que algunos amigos nos ayudan a no olvidar. Con la promesa de viajar a Tucumán y recuperar los documentos para completar esa segunda parte, epílogo de un trabajo abierto.

Nunca tuve la más remota intención de trabajar para el mercado, donde el maestro Leguizamón tiene un puñado de estandartes musicales que son venerados y recreados permanentemente, en repeticiones casi infantiles y hasta en versiones libres que todos quieren atravesar. En este sentido, es clara la orientación del trabajo, que evoca a Satie, que honra al Dúo Salteño, que recoge la palabra de Teuco Castilla, escucha a Hilda Herrera y a Lilián Saba y aplaude a Hernán Ríos, quien llevó a Chacho Echenique a un extremo ignorado. Diálogos entre las certezas y las dudas de quienes lo encarnan y lo estudian.

El documental es un punto de partida, un camino para continuar. Una pequeña parte de un archivo que, en contra del mandato del mercado, incita a no cerrar los expedientes del rescate de nuestra cultura, sino a expandirlos, en sitios navegables que permitan conectar las historias no contadas de nuestros referentes con las experiencias del presente.ç

Gustavo Leguizamón. Creando la tierra, de Claudio Koremblit. Estreno en la TV Pública: domingo 25 de septiembre, a las 22. Presencial: Iguazú 451, Parque Patricios (CABA), 27 y 29 de septiembre, a las 19.

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