“8 de enero. Carmen quiere saber qué hacer con los adornos de Navidad, si dejarlos un año más o hacer como ‘la gente normal’ y guardarlos en lo alto del armario. Le pido que los deje puestos unos cuantos días más. Resulta deprimente tener que desmantelar la Navidad.”
“8 de febrero. Sé cuando alguien me gusta porque al instante tengo ganas de tocarlo. De pequeña, entraba en las tiendas con las manos tendidas como radares, deseosa de tocar todo lo que me atraía. Para un niño, sus ojos también son sus manos y su boca, como para los enamorados.”
“15 de marzo. Intentar seducir desde la platea de un gran teatro a un desconocido que está sentado en el primer piso es culpa de que los pájaros hayan empezado a cantar de una manera diferente. En otoño intentaremos volver a comportarnos como personas sensatas.”
“3 de octubre. Cuando a mi hijo mayor se le pasa el mal humor y la rabia adolescente, vuelvo a respirar. El amor por los hijos es algo verdaderamente insoportable.”
Milena Busquets escribe un diario íntimo a lo largo de un año y lo comparte con sus lectores: la escritura, el trabajo, el amor, la seducción, el tedio de la rutina, los hijos y el amor incondicional que despiertan, la histeria, los vericuetos de la mente y simples disquisiciones sobre la vida cotidiana aparecen en este texto que abre la puerta a la escritora de carne y hueso, que es, aquí, su propio personaje.