Esta novela de 2003, publicada ahora por primera vez en la Argentina, cuenta la intrincada historia de un apart hotel inaugurado por un grupo de inversores durante un verano porteño. “El Karina era la antítesis de lo familiar. Se decía que era un lugar para divorciados: hombres que escapan de su mujer y han perdido el hábito de administrar una casa. Los aparts también parecen alojamientos ideales para las prostitutas caras: allí pueden vivir y prestar sus servicios sin los inconvenientes de un hotel, donde su clientela tendría que identificarse. Habría niños, pero serían niños de paso: ninguna familia elegiría un apart como vivienda permanente.”
Ante la resistencia de los vecinos, el Karina se inaugura en una fiesta a la que acuden famosos de segunda categoría y curiosos, entre los que se encuentra un oscuro personaje que merodea por la piscina.