La banda comandada por Adrián Dárgelos llega al álbum trece de su discografía oficial con la creatividad intacta y encendida popularidad. Si Discutible (2018) parecía evocar –aunque sea en forma aislada– cierta búsqueda de la exuberancia y los contrastes que marcaron el norte del grupo durante los 90, Trinchera retoma el concepto de minigrageas pop que rara vez superan los tres minutos y se adhieren a la memoria casi a primera escucha. Ninguna fórmula garantiza los resultados buscados, es en los cómo donde Babasónicos otra vez hace la diferencia. Trinchera ofrece melodías exactas y riffs irresistibles, y Dárgelos (desde hace rato, uno de los mejores letristas del rock local) se lanza con un cóctel incendiario de existencialismo, sexualidad, dolor y muerte que transcurre en un clima de celebración agria. “Estos malos modales me abrieron el camino hasta acá/ Para enfrentar el invierno, me he vuelto semisólido/ Por eso pretendo elegir mis propios caminos, mis enemigos”, confiesa el cantante en “Paradoja”. Babasónicos resiste, recobra puntería y lo hace de nuevo.
Trinchera / Babasónicos
