Icono del sitio Caras y Caretas

Alado

Ilustración: Martín Fleischer

Ilustración: Martín Fleischer

Están arreglando la vereda de mi casa hace ya varios días. Hoy les pregunté a los trabajadores por qué no habían terminado en el tiempo fijado y me contestaron que ellos no tenían la culpa ya que el día viernes dejaron todos los materiales listos para ser utilizados y cuando llegaron el lunes ya no había nada.

–¿En serio? –pregunté, con una inocencia bastante ficticia. Un joven me respondió:

–Sí, doña, robaron todo. No tuvimos dónde dejar las cosas y por eso quedaron afuera y se llevaron todo.

Yo estaba con Soledad y ambas nos reímos con esa risa nerviosa que no se sabe si es reír para reír o reír para llorar. Y Soledad, con sus veinte años, me dijo:

–No sé por qué no me llama la atención.

–A mí tampoco –contesté, y agregué desde mi montaña de años–, hay una pérdida total de valores.

No sé lo que quise decir, en todo caso sería demasiado largo discutir conmigo misma esa aseveración. Lo que sí sé, porque lo siento, es que hay gente que vive en otro plano, en otra dimensión, y que si esa gente no estuviera, la vida sería tremendamente triste, horrenda, porque frente a ese vendaval de frases tales como “nadie respeta a nadie”, “sálvese quien pueda”, “nadie le da una mano a nadie”, “si te pueden robar, te roban, y si te tienen que matar, te matan”, que conducen a la muerte, al suicidio, a la anomia, si no estuvieran esos seres alados que nos ayudan a respirar aires diferentes, a sentir olores distintos, a acariciar pieles diversas, ¿qué haríamos? Ya lo dijo Fito: “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Y creo que esa es la imagen de Spinetta. Alguien que pasó por la Tierra para amar, para inventar, para entregarse, para hacer la vida más bella. Así también lo cree Elizabeth Ambiamonte, profesora, periodista, productora en temáticas de cultura y en particular de rock, quien cuenta que los viejos compañeros y amigos de Spinetta recuerdan a un ser maravilloso, “mejor ser humano que artista”, lo que significa que si era tan genial como artista, cómo sería como ser humano. Por eso digo que era un ángel.

Salir de la versión móvil